17 noviembre, 2012

"Caída y auge de Reginald Perrin", de Davis Nobbs

 
Caída y auge de Reginald Perrin
Autor: Davis Nobbs
ISBN: 978-84-15578-16-1
Encuad: Rústica
Formato: 13 x 20 cm
Páginas: 368
PVP: 22,75 €

E
sta divertida novela que publica Impedimenta, inspiradora de una serie de televisión que quizás algunos lectores hayan llegado a conocer a través de alguna de las numerosas plataformas televisivas (y del hecho de tener ya cierta edad, todo sea dicho), refleja alguna de las vetas más características de la novela humorística inglesa, subgénero del que la editorial va publicando con regularidad diferentes entregas, inéditas en nuestro país, o desconocidas para la mayoría de los lectores porque habían sido publicadas hace ya muchos años. Dentro de ese camino que tiene-como decía- una larga tradición en la novela británica, “Caída y Auge de Reginald Perrin” la novela coincide en varios rasgos con obras como la serie de novelas de E.F. Benson protagonizadas por Lucía, y que también viene publicando Impedimenta: el gusto por el humor basado en el equívoco verbal, en los juegos de palabras, la presentación de situaciones que rompen la lógica burguesa y una crítica de costumbres amable, nunca demasiado punzante, sino que guarda las formas en todos los sentidos: una especie de subversión controlada que satiriza algunos de los defectos de la aristocracia rural- en el caso de las obras de Benson- o la fatiga de un ejecutivo de una ciudad media en la que hoy nos ocupa: crítica social por lo tanto que no busca derribar valores y estructuras, sino señalar algunos de los rasgos más grotescos, pero con la tópica mesura y educación

británicas y sin subvertir el orden social. El protagonista, Reginald Perrin, es un obra que se encuentra en la cuarentena y disfruta de una vida acomodada: es ejecutivo de ventas de Postres Lucisol, y vive en una casa a las afueras con su mujer, rodeado por una familia peculiar en la que abundan los gorrones. No ha perdido el contacto con sus dos hijos, aunque le irrite la manera en que Mark le sablea mientras intenta hacer arrancar su carrera de actor y Linda y su marido Tom educan a sus hijos con una especie de corrección política anticipada que da lugar a situaciones grotescas. En realidad Perrin repite el motivo del patito feo, el muchacho que no ha podido sacudirse su fama de patoso y no demasiado inteligente, que le acompaña desde el colegio y su comportamiento va cambiando, haciéndose más incomprensible para los que le rodean, incluyendo a una secretaria con la que intenta mantener una aventura que dé ánimos a su temblorosa energía sexual y que se chafa continuamente por las entradas y salidas de familiares y amigos; un buen día, Reginald desaparece, tras haberse procurado una nueva identidad, y hace creer a todos sus conocidos que se ha suicidado. Alojado en casa de una solterona, y tras encontrar un trabajo mal remunerado en los jardines de un psiquiátrico, la novela avanzará hacia una conclusión que no revelaremos, pero que permite a Perrin, aunque sea a través de esa nueva identidad, comprobar cómo reaccionaron sus familiares y compañeros de trabajo a su supuesta muerte, e incluso a la aparición de un antiguo pretendiente de su mujer que vuelve a tener opciones con ella… Más allá de la trama y su resolución, “Caída y auge de Reginald Perrin” es una novela que los lectores seguirán con agrado, gracias entre otras cosas a la estupenda traducción de Julia Osuna Aguilar, que sin duda(no conozco el texto original) ha tenido que encontrar soluciones lingüísticas para los desbarres de varios de los personajes, y en la que los mejore momentos vienen dados, más que por la sucesión de acontecimientos, por la sátira- en algún caso sí mordaz- de ciertos valores y actitudes, reflejados en algunos de los personajes: el jefe de Reginald, que no para de repetir refranes y sandeces coronados por la apostilla “no habría llegado adonde estoy si no fuera..” y el anciano tío Percy, empeñado en casarse por séptima vez, son los dos más logrados. 
Crítica: Tomás Rubial

2 comentarios:

  1. No conozco esas versiones televisivas a las que aludes, pero la forma de escribir y de hacer humor (o ironía) de los escritores británicos me suele gustar. Me apetece muchísimo leerlo.
    Gracias por tu reseña.

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  2. Interesante tu propuesta, Tomás, tomo nota.

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