03 marzo, 2013

Claridad


Aquel día, el sol salió a la una.
Al principio no destacó mucho; apenas algunos lo notaron. Algún viejecito, un freaky astrónomo, poco más. Fueron los niños los más afectados. Ellos sabían, —al cole entramos de día. Calla, niño, qué sabrás tú—. Eran las ocho y media. 
A las diez cundió la alarma. La gente se metió en las casas, recogieron a los niños del colegio, —mamá, por qué es de noche?—, se oían sollozos sobre el silencio invasor, como si con Él se hubiera ido todo. Algunos miraban al cielo. No había luna. No había luces, el alumbrado seguía su horario habitual. No entraba en cabeza humana.
¿Dónde está el Sol?
Se organizó una reunión de urgencia. Astrofísicos de todo el mundo contactaron por todos los medios y la Red se colapsó con sus discusiones. La primera duda fue disipada pronto:
—Sigue ahí. Pero no luce. Es inexplicable. 

Y entonces salió. Radiante, esplendoroso, vivo. Dulce como el sol de invierno, tierno como una mañana de primavera, vivo como un mediodía de verano. Está sonriendo, decían algunos.
El cónclave se disolvió solo, la Red quedó libre para difundir la gran noticia, los medios hablaban del hecho insólito.
Los niños se miraban y sonreían. Sabían la verdad desde el principio. Estaba tan claro como que era lunes: el Sol estaba cansado.

Texto: Teresa Giráldez
Narración: La Voz Silenciosa

8 comentarios:

  1. "Los lunes al sol". Jajajaja. Muy fresco este texto de lunes en domingo. No solo los mortales empezamos cansados la semana, cada vez más. Seguro que algo tienen que ver los astros también. Esa fresca ironía que pones en tus textos Teresa me gusta mucho. Prodígate más por aquí, por favor.

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  2. También los astros tienen derecho a holgazanear de vez en cuando.
    ¡Cómo me ha gustado este texto, original y amable!
    Necesitamos que nos visites de vez en cuando, Teresa. Tu sentido del humor, tu visión optimista nos renueva.
    Yo me llevo la sonrisa puesta para todo el día.

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  3. Dácil Martín3/3/13, 23:54

    Es un cuento precioso, y te hace reflexionar... El Sol me recuerda a las madres, siempre están ahí y parece que nunca caen enfermas. Me recuerda a las personas que brillan y no parecen desrrumbarse. Al final lo que pasa, es que no se quejan, y solo cuando caen, nos damos cuenta.

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  4. Una relectura creativa de "Solar", jeje...
    ¿Y si le da al sol por pedir reducción de jornada, laboral, qué?
    Un texto muy irónico que lleva a la reflexión desde la sonrisa. Me imagino a los niños como destinatarios de este relato, y casi les escucho ya debatiendo sobre las cosas que podrían ocurrir si esto le sucediera al sol muy a menudo.

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  5. Me ha encantado esa vagancia tan merecida del sol. Por una vez,! Los niños son afines a las rutinas, por eso no temen, esperan.
    Muy bonito, Teresa. Besos

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  6. Queridos esféricos, ¿no os sentís a veces pequeños soles (que lo sois por otros motivos también) de vuestros pequeños universos, la familia, el grupo de trabajo, en fin, vuestro "entorno de responsabilidades", por pequeño que sea...?
    Así me sentía yo el otro día, y pensaba ¿no puede parar nadie este carro? Es que me quiero bajar un rato y tomar un café tranquilito sin que me importe que pase el tiempo, sin esa sensación de que todo debe hacerse rápido y para ayer, y la lista nunca se acaba....y fui a recoger a los niños al colegio, y cuando llegué a casa dejé mi pensamiento pero volvió por la noche, cuando me acordé de Ana, que había escrito ese día diciendo que no tenía texto para la radio....y pensé que en el fondo no pasa nada por parar y tomarse ese café, y que después de todo no somos ni soles ni nada, no somos ni tan imprescindibles ni tan centrales. Incluso aunque el sol saliera más tarde no pasaría nada.....y pensé en cómo reaccionarían mis hijos, las dos sonrisas andantes a las que todo les parece lógico y fantástico a la vez. Y así salió este texto, es muy sencillito, pero como sois unos soles...me habeis alegrado el día!!! O muchos días!!!! Intentaré parar más por aquí. Lo prometo. Esto que haceis manteniendo este blog y esta vida es una maravilla. Mil gracias.

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  7. Tú sí que eres un sol, Teresa, me ha encantado tu relato, estupendo además vociferado por José Francisco. Qué sano ese holgazanear voluntario, es como todo, genial si se le sabe poner límites.
    Besos esféricos.

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  8. 1. tr. Manifestar ligera y jactanciosamente algo.
    2. intr. Vocear o dar grandes voces.
    Es lo que dice el DRAE de vociferar.
    Pensé en hacerlo de forma suave y nunca jactanciosa, jajajaja
    Un abrazo y gracias por vuestros comentarios.

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