02 marzo, 2013

La última lágrima


Una furtiva lágrima
Aut: Nicoletta
No puedo perdonarme el día en que su última lágrima se escurrió entre mis dedos sin poderla atrapar. Asomó por la esquina de su ojo izquierdo, el juguetón y vivaz, el que tiempo atrás repasaba mis imperfecciones, divertido, sin apenas inmutarse. Ahora se vació y luce marchito, apenas una hoja trémula agitada por el viento a punto de dejar su árbol y caer al vacío y cerrarse del todo, como lo hicieron sus labios después de decirme adiós. Esa última lágrima estaba tan cerca. Quizás un leve toque de entusiasmo la habría retenido en su cuna y hubiera salvado a su ojo de secarse para volver a lucir el brillo húmedo que siempre tuvo, el de una fuente chapoteósica y risonante.
Hoy su mirada es gris y asonrisada. Traspasa mi cuerpo más allá del rellano, y me siento el espectro de una tumba sin nombre. Su ojo busca un camino perdido o un infierno por recorrer y mi voz susurrada para no asustarla es un sordo aliento infecundo. La mesa de nuestros encuentros, antes barrera estrecha incapaz de poner freno a nuestros abrazos, se ha convertido en una extensa sabana inabarcable. Imposible que pueda escuchar mi voz por encima de los platos.
No puedo perdonarme el día en que su última lágrima se escurrió entre mis dedos sin poderla atrapar. Sólo me queda esperar agazapado, susurrando en sus sueños, invocando a la lluvia para que inunde sus ojos y me vuelva a mirar.

Texto: Miguel A. Brito
Narración: La Voz Silenciosa

9 comentarios:

  1. Me conmueve, Miguel Ángel, es tan triste. He tenido, sin embargo que leerlo dos veces, a veces soy muy torpe, pero sabía que tenía que encontrar un texto precioso e incluso, la esperanza.
    Un beso enorme.

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  2. Realmente conmovedor, con una ternura que deja al descubierto tu gran sensibilidad
    Abrazos
    Maria Estévez

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  3. Mis aplausos y mi admiración por tus letras escritor.

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  4. Pues yo había escrito un comentario que se ha desvanecido, como esa lágrima.
    Lástima que no fuera tan digno de retener como ella.
    Lo que quería decir es que este texto me ha parecido un magnífico ejercicio de originalidad lingüística y de sensibilidad.
    Chapeau, maestro!

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  5. Muchas gracias a todos por vuestras palabras. Animan a seguir escribiendo. Como bien dice Isolda, tras la tristeza siempre hay esperanza. Es lo que deseo a todos los que se ven en esa situación. Sólo hay que pensar que hay sol más allá de las nubes.

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  6. Un alarde literario.
    No es que te animemos a escribir. Te obligamos.

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  7. Dácil Martín3/3/13, 23:33

    Ay, qué texto más bello. Leyéndolo en alto, aún más. Y leyéndolo mil veces en cualquiera de las formas. También te digo, no dejes de escribir.

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  8. ¿Pero no había comentado ya la belleza melancólica de este texto? ¿No había dicho ya que produce temblor no sólo en el protagonista, sino en el lector?

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  9. Muchas gracias a todos, de verdad. Os habéis pasado un poco. Y a ti, José Francisco, como siempre, leyendo tal como me hubiera gustado que hablara el narrador, signo inequívoco de lo gran profesional que eres, y la música, que también te digo que inspiró este texto y que da nombre a la ilustración, todo un acierto.

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