29 agosto, 2013

Adrenalina para la desidia

Dónde quedaron aquellas noches de perdición
Las vivencias que me permitieron ser escritor
y contador de entrañas y vísceras.
“Jeringillas en los retretes”
escritor, desidia,
Los rezos de la famila funcionaron
Atrás dejé una muerte muy viva.
“Putas apalizadas”

Este vaso de ginebra necesita algo más,
El decorado y los actores.
Necesito el roce y el sabor de la perdición,
las lágrimas y el fracaso.
El vértigo de huir del éxito mentiroso.
“Nadie se hace feliz a fuerza de trabajar”

Añoro el placer de cerrar los bares
Encontrarte cada noche con los desterrados
Echar cada día más leña al fuego
Quemando el mañana por el ahora.
“Atrás donde era fugitivo de la sociedad”

Ver amanacer otro día más. Que te atropellara el alba
y tropezar con zombies de vida ordenada
que te miran con desprecio camino a su monótono trabajo
con el único objetivo: la jubilación.
“Próxima parada la muerte”

Me gritaban que estaba perdido
pero yo me guiaba por las estrellas

Ya no tengo ni veo estrellas
Las estrellas no salen por el día.
La aventura se esconde al amanecer.
“Los psiquiatras hacen su Agosto en Diciembre

Cuando la muerte venga a buscarme
que me lleven a las noches donde viví,
De donde me sacaron
para que viviera con respiración asistida
en una existencia poco novelable.
“Sexo seguro con preservativo”

Navego de día por este vaso de ginebra
en una travesía sin riesgo
sin que mi piel se roce y sangre
sin que mi interior se parta en astillas cortantes
¿Así de que puedo escribir?
“Morir en una esquina abandonado”


Texto: Francisco Concepción
@franCoescribe

6 comentarios:

  1. Texto existencialista, tremendamente emotivo, aunque no lo parezca...

    Un abrazo, escritor.

    María Estévez.

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  2. Horacio -el moderno poeta de la antigua Roma- consiguió llevar a la posteridad al filósofo Epicuro, con sólo dos poemas. El ser humano sigue debatiéndose entre ambas opciones, aunque nos creamos muy modernos.
    Me explico:
    Uno de tales poemas defendía tomar la vida como viene y deprisa, pues es muy breve: el famoso "Carpe diem". Esta es la opción que nos planteas en un tono como bien apunta Aniagua existencialista, emotivo y un poco drástico.

    Yo sin embargo me apunto al otro tipo de vida ensalzado por Epicuro y que Horacio concretó en su "Beatus Ille (o sea bendito aquel... -no menos famoso-) que Fray Luis de León, por ejemplo interpretó así:

    "¡Qué descansada vida
    la del que huye del mundanal ruïdo,
    y sigue la escondida
    senda, por donde han ido
    los pocos sabios que en el mundo han sido;

    Que no le enturbia el pecho
    de los soberbios grandes el estado,
    ni del dorado techo
    se admira, fabricado
    del sabio Moro, en jaspe sustentado!

    No cura si la fama
    canta con voz su nombre pregonera,
    ni cura si encarama
    la lengua lisonjera
    lo que condena la verdad sincera.

    (...)"

    (Fragmento de la Oda I de Fray Luis de León.)

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  3. Creo que me daré a la bebida...

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  4. ¿La bebida como paliativo?pero la ginebra... hay vinos estupendos.
    En serio, Francisco, creo que hablas del poeta maldito, Amando nos enseña las dos vías del epicurismo. Quizás todo eso sea algo que sigue o que cambia según las epocas de la vida.
    Enhorabuena por este poema fuerte, violento, existencialista y conmovedor.

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  5. Ana te acompaño con unos gin tonic.
    Tremendo.

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  6. "Próxima parada la muerte"... me encanta la contundencia de esta sencilla expresión. Saludos.

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