10 mayo, 2009

Chéjov

(...) seguir libremente los impulsos del corazón no siempre procura felicidad a los hombres decentes. En mi opinión, para sentirse libre y al mismo tiempo feliz, debe uno aceptar que la vida es cruel, ruda y despiadada en sus pautas y que hay que pagarle con la misma moneda, es decir, tenemos que ser no menos rudos y despiadados en nuestras ansias de libertad. Eso es lo que pienso.
Relato de un desconocido
Antón P. Chéjov

4 comentarios:

  1. UFFFF... Ke duro...

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  2. ¿De veras te parece eso duro, Agobiá, o es ironía?
    Es que estoy realizando un estudio de campo al respecto.

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  3. Me parece duro. ¿A tí no?

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