
(...) seguir libremente los impulsos del corazón no siempre procura felicidad a los hombres decentes. En mi opinión, para sentirse libre y al mismo tiempo feliz, debe uno aceptar que la vida es cruel, ruda y despiadada en sus pautas y que hay que pagarle con la misma moneda, es decir, tenemos que ser no menos rudos y despiadados en nuestras ansias de libertad. Eso es lo que pienso.
UFFFF... Ke duro...
ResponderEliminar¿De veras te parece eso duro, Agobiá, o es ironía?
ResponderEliminarEs que estoy realizando un estudio de campo al respecto.
Me parece duro. ¿A tí no?
ResponderEliminarNo. Me parece inteligente.
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