01 junio, 2009

Déjame Entrar. ¿Y ahora que digo yo?


Déjame entrar, ¿Por dónde empezar a diseccionar ésta película? ¿Es una película de terror? ¿Un giro al género de vampiros? ¿Un subgénero del thriller?...

Empecemos por las cosas buenas que aporta: Indudablemente su ambientación. Toda la acción de la película se desarrolla en el barrio de Blackeberg (Estocolmo), en el invierno de 1980. Una época de frío, de desencanto con la vida, de dificultades económicas, de vidas sin sentido y afectos. La ambientación es perfecta, con escenarios y fotografía que huelen a esa época. Dudé si la película que visionaba fue rodada en el 2008 y cuando salí de la sala no pude resistir confirmar su año de rodaje, pues los teléfonos, los coches, el vestuario de los personajes… me transportaban a esa fecha y me hacían dudar. Todo un logro. Déjame entrar en ambientación no se puede superar, obtiene nota sobresaliente. Los personajes famélicos, blancos, poco agraciados, con vestuario que nada les favorecen, le dan a la película otro punto interesante. No he leído la novela en la que está basada la película, del sueco John Ajvide Lindqvist, pero creo que tenía más posibilidades de adaptación. Los personajes están muy planos, aparecen metidos con calzador en las escenas para que les muerdan el cuello. No hablemos del maquillaje, recuerda aquellas películas de género B donde empleaban el kepchu. La sangre en la boca de la pequeña vampiro “canta” un poco. Existen escenas brillantes, como la del personaje de los gatos con “síndrome de Noe” o cuando los niños duermen juntos, grabada con primerísimos planos que te acerca a su mundo interior. Pero el conjunto de la película y su continuidad parece un collage de escenas que te descoloca, un montaje que lo único que pretende es cubrir la hora y media habitual que dura una película. Me molesta un forzado de enfoque muy repetitivo y sin justificar, del primer plano al segundo y viceversa en muchas escenas. Pero del trabajo en general se podría rescatar muchos encuadres de gran valor. Cohabitan buenas tomas, con algunas nefastas, que hacen que el resultado final tienda a un trabajo mediocre. Déjame entrar tiene un look de película europea muy marcado, que puede ser chocante para los espectadores que no les guste este tipo de cine. Si tengo que aconsejar esta película, tendría que hacerlo de forma individual, dependiendo de varios factores: si son amigos o conocidos, si les gusta o no el cine europeo, si les gusta el género de los vampiros o el thriller, si son espectadores avezados en películas de autor, si son esos espectadores que buscan algo más que una película comercial… Resumiendo, que no tengo ni idea si aconsejártela o no.

1 comentario:

  1. Sin duda alguna una película que deja atrás los topicazos "vampirescos" y se centra en una intima relación infantil. Gran fotografía, excelente guión y una soberbia Banda sonora.

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