No es una broma, el cine y en concreto las grandes producciones cinematográficas sufren peligro de extinción, como casi todo en estos tiempos. Se extinguen muchas especies de animales y plantas, se extinguen los polos, el trabajo, las buenas maneras… Pero en el caso del cine, por culpa de algo que ha revolucionado nuestra sociedad, Internet. Aunque la culpa no es completamente de Internet, sino del uso que hacemos de él. Películas clásicas o producciones de gran presupuesto como Ben-Hur, En Busca del Arca Perdida ó Espartaco, es difícil que se vuelvan a realizar. Muchos de ustedes que frecuentan Internet y que leen esto, dirán: “¿Y que me importa, si esas películas son bodrios para puretas?” pero también hablamos de superproducciones actuales, productos de entretenimiento para un target joven, como: Harry Potter, 300, Troya ó Matriz. Todo como resultado que cada vez, menos espectadores van al cine, menos acuden a una sala de proyección. La práctica habitual es bajar el estreno gratis de Internet.
Producciones grabadas en alta definición, para grandes pantallas, la mayoría se conforma con visionarlas en un monitor de ordenador de
Me explico. Nadie va a invertir, me refiero a productores de cine y empresarios, las cifras millonarias de estas producciones, cientos de millones de euros, para que sus películas se bajen de Internet gratuitamente. Impunemente. Nadie va a contratar, ni pagar los sueldos de las grandes estrellas del cine. Tenemos que ir pensando, si continuamos con esta práctica, en visionar películas de autor, comedias con bajos costes de producción y conformarnos con actores en prácticas ó por vocación. El cine en mayúsculas está en peligro.
Crítica: Francisco Concepción
Absolutamente de acuerdo
ResponderEliminarYo propongo hacer una ONG!
ResponderEliminarAbrazos.
Marcos: ¿hablas en serio? ó ¿fumas algo extraño?
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