Hago el amor con las letras,
las acaricio, las devoro
y de ese acto devoto, quedo encinta.
La gestación apenas dura horas
y paro palabras ente dolor y placer,
llanto, risa y demencia.
Y las amo, como hijas,
Me obsesiono con su vida.
Mis palabras, imberbes aun, se relacionan,
eclosionan, emocionan, decepcionan.
Las mezclo con las tuyas y
con las viejas palabras, con las maltrechas,
las escritas, las habladas,
las pensadas y las sentidas.
Todas ellas son palabras,
son paridas, son queridas...
¡son mis hijas!
Mi alma volcada en signos, mi desdicha
Autora: Pulsay (Laura Muñoz Domínguez)
Narración: La Voz Silenciosa
pulsayblog@gmail.com
Narración: La Voz Silenciosa
pulsayblog@gmail.com
Palabras, palabras... una palabra de tres sílabas con infinitas posibilidades, que te permiten alabar, follar, insultar, enlutar, parir, odiarlas,obsesionarte y concluir... palabras sobre palabra, palabras contra palabras, bajo y sobre palabras, juntas y separadas...pero PALABRAS
ResponderEliminarCursilada tras cursilada. Azúcar y más azúcar. Tus poemas son como tartas de merengue barato
ResponderEliminarExisten tartas de merengue exquisitas, que incluso gustan a aquellos, como a mí, que no soportamos lo empalagoso.
ResponderEliminarMuchisimas gracias, FranCo. Sobretodo por el respeto, porque es evidente que para gustos colores.
ResponderEliminarUn saludo.