12 diciembre, 2011

¿Sabes...?


¿Sabes..? Creo que nos necesitamos. Somos inseparables. Sé que pronto te irás con otros, o con otras, pero ahora eres mío, o mía, da igual. Por unos segundos, o algo más, si hay suerte, estarás unido, o unida, a mí, y ya será para siempre, como un trocito de eternidad. Algo de mí se colará por tu mente escondiéndose como los gusanos hasta morirse en soledad, sin que te des cuenta, sin que eso te importe. No creo, pero siempre hay una posibilidad de que ese gusano inútil, dispensable, aleatorio, preñado de ideas y formas caprichosas, por no decir estúpidas, reviente entre capilares y tejidos nerviosos para derramar miles de larvas por todos los lados, produciéndote un cosquilleo de vez en cuando. Entonces, te darás cuenta que estoy dentro de ti. Sujeto, alerta ante cualquier temporal, agarrado con uñas y dientes para no perderte. Lo sé. Yo mismo estoy plagado de esos bichos tan incómodos y no paro de rascarme. Nunca aprendo, ya me lo habían advertido pero no lo puedo evitar. Es como prohibirte que abras un regalo. Sí, ya lo creo, nos necesitamos. Necesito tu sangre y tú la mía. Somos víctimas y verdugos de esta cadena alimenticia de los caladeros de las noches, respirando entre ceniceros humeantes, soñando despiertos en las madrugadas.
¿Sabes…? Te estoy hablando a ti, lector, o lectora.
Texto: Marcos Alonso
Narración: La Voz Silenciosa

17 comentarios:

  1. Dácil Martín30/9/09, 12:05

    Como ves se coló el gusano. Luego son las mariposas, o los alados. Los hay feos, ¿eh? Sin embargo, ese revolotear mantiene a uno vivo, en alerta, a pesar de los olvidos como el de las jodidas llaves en la nevera.

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  2. Cierto Dácil. Estos gusanos que nos van deborando y nos mantienen vivo a la vez, como bien dices, aunque, a veces, te sientes esclavizado, casi prostituido, por su chulería a seguir leyendo y escribiendo, sin que aparezcan los horizontes. Por lo demás, a mi siempre me ha parecido la nevera el sitio ideal para esconder las llaves.

    Abrazos

    PD: Últimamente siento miedo al entrar en la Esfera, esto está muy solitario, e incluso, a veces, oigo pasos.

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  3. La Esfera tiene rachas no es constante es imperfecta, y es por esto último que yo no le tendría miedo.

    Un abrazo

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  4. Y ¿para qué queremos la perfección? Resulta tan aburrida.

    Es cierto lo que dices, Marcos Alonso: hay una simbiosis necesaria entre el escritor y el lector, los cuales muy amenudo se intercambian los papeles.

    Saludos,

    Anabel, la Cuentista

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  5. Y es que, en el fondo, no existimos el uno sin el otro

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  6. Me encanta volver a recordar este precioso texto.
    Muchas gracias por haberlo traído de nuevo, José Francisco. ¡Cuánto lo he disfrutado!
    Un abrazo muy fuerte a los dos, Marcos y VOZ!

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  7. De una lectora con cenicero humeante: valía la pena salir este texto de la nevera. En septiembre de 2009 no leía la Esfera. Pero con tu diagnostico del gusano ese, entiendo lo que me pasa.

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  8. Como Catherine, en septiembre de 2009 tampoco leía La Esfera, y es fantástico de La Voz nos haya rescatado esta joyita.
    En el fondo es lo que nos pasa a quienes escribimos -bien o mal es otra cosa-: buscamos a los lectores.
    Enhorabuena, Marcos, y, de nuevo, gracias a José Francisco por esta labor de peritaje.

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  9. Tengo ahora mismo los ojos llenos de lágrimas que, de un momento a otro, no me permitirán ver el teclado... Me has conmovido; no hay soledad más grande que la de aquel que escribe y no es leído. Nos necesitamos tanto como respirar.
    Jamás he escrito un comentario en La Esfera. Contigo hago una excepción; si no lo hago, "reviento", como se diría coloquialmente.
    Hace unos días me dejaste un comentario muy bonito. Supe que me habías leído, que habías comprendido lo que quería transmitir con mi texto. Te lo agradezco de nuevo. Gracias por ese regalo y gracias por el regalazo de poder leerte yo ahora. (Te pondría (+1), pero no tengo perfil en google).

    Un texto que, desde hoy, formará parte de mí.

    Saludos.
    NRG

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  10. Claro que sí. Es el enganche perfecto de utilizar la segunda persona. Relato que necesita en mi caso una segunda lectura pues tengo el defecto de al leer un segunda no sentirme aludido. Ahora ya sí, cuando sé que el escritor me está escribiendo a mi lector, y que además sospecho que no es ficción, es cuando gozo de esta conversación a dos, sí a dos. Supongo que a vosotros, los escritores, este sistema de blog-comentados os hace ver que vuestros mensajes llegan y os animan a seguir escribiendo. Pues eso, Marcos, que no te quepa la menor duda de que los gusanos quedan en la mente del lector, como larvas, diría yo, y luego eclosionan o no. Nos leemos. Y por supuesto, con la Voz ya es para nota.

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  11. Muchísimas gracias a la Voz Silenciosa por rescatar ese texto que tenía olvidado y darle vida y aiento con su voz. Generosas palabras que me dedica y emociona. Mil gracias.

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  12. Gracias Ana, Catherine y Amando. Siempre es un motivo de satisfacción recuperar estos textos o descubrirlos, como señala Catherine y Amando, cosa que no es de extrañar si vivimos en esta Esfera que da vueltas y vueltas, mientras nos contagiamos de gusanos que nos producen tan buenas sensaciones.

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  13. Muchísimas gracias NRG, no sé que decir tras tu comentario tan lleno de sensibilidad. En cualquier caso es todo un placer y un honor compartir este tipo de gusanos con gente como tú. Un abrazo.

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  14. Ximens, a mí también me ocurre lo mismo con la segunda persona, pero celebro que te haya ocurrido porque esa era la intención: sorprender al lector y que por un momento sintiera que fuese el único y directo receptor. Muchachas gracias.

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  15. ¿Sabes? al leer lo de los capilares y el cosquilleo, por un momento creí que eran piojos... curioso eh... lo que és la mente humana... después descubrí que con agrado que te referías a nosotros... me ha encantado,he recordado una poesía que escribí sobre la necesidad atrayente del escritor hacía su pluma... gracias, un abrazo y felices fiestas.

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  16. ¡Bravo por este texto! me gusta esa forma de enganchar al lector, desde luego que lo consigue.

    Besitos

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