Da igual que me perfores, da igual que me atornilles. Mantendré mi esencia, mi personalidad.
Me reconocerás aunque me cambies el alma de acero, por una de yeso o de madera.
Me puedes limar la esquina que no poseo, o pulir la arista con la que no he nacido, seré la misma. Estaré fría o caliente cuando me toques, pero siempre seré una Esfera.
Me reconocerás aunque me cambies el alma de acero, por una de yeso o de madera.
Me puedes limar la esquina que no poseo, o pulir la arista con la que no he nacido, seré la misma. Estaré fría o caliente cuando me toques, pero siempre seré una Esfera.
Me gusta, está muy logrado el texto y muy bien elegida la foto.
ResponderEliminarEl título, genial.
Saludos,
Anabel, la Cuentista