25 noviembre, 2009

Cuando y Sin embargo

Cuando el mero hecho de salir del contenedor de basura era una efímera victoria que se acababa en cada amanecer, cuando mi única postura era permanecer sentada en las escaleras del portal viendo pasar a los otros llenos de vida y objetivos, cuando mis lágrimas eran tan baratas que no valía la pena que fueran vertidas, entonces, en el tiempo de la guerra y el fin de las ilusiones, sólo entonces, entendí que tenía que estar armada hasta los dientes si quería sobrevivir.


Aunque no me apeteciera adentrarme por el sendero que llevaba hacia las antípodas de mis sueños, aunque el cielo sólo me prometiese tormentas de piedras y días de hambre, aunque mis vestiduras no me protegieran de la inclemencia de los sentimientos, supe que había caminos que no se pueden abandonar por imperativo de equidad.


Sin embargo, en momentos en los que las gotas de lluvia resbalan por mi cristal, a las horas en que la Luna insiste en que me ponga a escribir poemas, en los fugaces recuerdos de los aromas a los desaparecidos chicles de canela, entonces, sólo entonces, dudo si valió la pena la canana cargada que como único trofeo cuelga sobre mi cama.

4 comentarios:

  1. ¿Literatura derrotista? Parecen así los últimos post de LA ESFERA.

    ¿Porque escribir negro o gris? ¿Nos negamos a escribir rosa? ¿El rosa no es literario?

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  2. Dácil Martín25/11/09, 23:05

    Un texto bello sobre los otros menos felices.
    Hoy estuve en una exposición de fotos, se titula algo así como "Agua". Lo cierto es que el agua es alegría, y es tristeza para quienes le falta.

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  3. A veces es necesaria esa canana colgada sobre la cama para poder llegar a hacer muescas en el cabecero.
    A veces hay que llegar al fondo del contenedor para poder salir y tomar decisiones.
    ...supe que hay caminos que no se pueden abandonar... muy bueno.

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  4. FranCo, que me haces saltar el resorte y luego no callo.

    A los escritores se les imagina sufriendo, enclaustrados en su mundo interior para lograr parirlo con dolor sobre el papel (lo que hemos comentado en anteriores posts). Parece que esa concepción nos impide escribir textos menos existenciales, más alegres u optimistas. Teoría que se puede demostrar con las últimas entradas de La Esfera, como bien apuntas.

    ¿Es una imagen correcta, se ajusta a la realidad? ¿No se puede escribir novela romántica con final feliz y demostrar que se es un buen autor?

    Estaba pensando en un texto que yo hubiera escrito en tono alegre, con final feliz, casi cursi, pero, he de ser sincera, excepto dos relatos en tono de humor, no recuerdo algo que haya escrito con final feliz o enteramente feliz.

    ¿Son prejuicios?

    Gracias Dácil y Ana por vuestras palabras.


    Saludos,

    Anabel, la Cuentista

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