08 diciembre, 2009

El acto de escribir... o de desnudar el alma


Siempre he entendido el acto de la escritura
como un acto semejante al de desnudar el alma

Nos guste o no, escribir supone hacer entrega de algo íntimo a alguien extraño. Así, las palabras navegan desde el autor hacia el lector a la búsqueda de un encuentro cercano.
El escritor escribe impulsado desde una “necesidad interior” de contar cosas, y esta necesidad interior no puede ser refrenada por nada ni por nadie... el que se siente obligado a escribir, tiene que hacerlo. ¿Y qué supone esto? Pues entre muchas otras cosas un acto de sinceridad terrible, en donde el que escribe es capaz de desnudar su alma de una manera natural, ante la presencia de un lector misterioso que se acerca en la lejanía. De esta manera, la presencia y la ausencia se entregan a un precioso juego de espejos, en donde la lejanía entre el escritor y el lector queda fracturada por el vínculo que supone lo escrito. De este modo lo escrito actúa de puente entre ambos, para mostrar un sendero de sugerencias en donde escritor y lector acaban encontrándose inevitablemente.
El que escribe se desnuda, desnuda lo más íntimo de su ser, y el que lee auténticamente acoge ese desnudamiento, con la mirada del que sabe respetar lo más íntimo de cada creador.
A fin de cuentas, podemos decir que el proceso de la escritura, entendido de una manera auténticamente creadora, supone un acto de sinceridad terrible, en el que el escritor efectúa desde los abismos más soterrados de su alma, la entrega al lector de todo aquello que puede ofrecer... de lo mejor de sí.

8 comentarios:

  1. Aquí, Rubén, sólo puedo decirte que estoy absolutamente de acuerdo contigo: escribir es un acto en el que el autor se desnuda. Y, por eso mismo, suele o puede ser un acto doloroso y, por ende, peligroso -así opina Clarice Lispector, Capote... a los cuales hemos comentado en posts anteriores-.

    Saludos,

    Anabel, la Cuentista

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  2. Sinceridad revestida de impostura, impostura revestida de sinceridad.
    No termino de reconocer en el escritor ese acto de sinceridad a ultranza, sí la necesidad irrefrenable de comunicar.
    A pesar de que, de una forma u otra, en mayor o menor grado, el escritor vierte algo de sí mismo cada vez que escribe, la intimidad del autor puede estar sugerida, oculta o abierta en canal.
    Todo es posible. Tal vez la poesía sea más proclive a ese desnudamiento, no sé.
    Tal vez debería aclarar que, en mi opinión, el que se desnude el alma más o menos no significa que haya mayor o menor autenticidad. La autenticidad es imprescindible para lograr esa comunicación que todos buscamos cuando nos ponemos a escribir.
    Aunque igual hablamos de lo mismo y cuando tú dices “sinceridad” yo debería traducir “autenticidad”…
    Lo que sí tengo claro es que cuando escribes te expones que, en tus palabras, entregas al lector todo aquello que puedes ofrecer...lo mejor de tí.
    Gracias por tus reflexiones, Ruben. Siempre es bueno tener un espacio para compartir nuestros pensamientos y experiencias, para recordar por qué escribimos y lo que ello implica.
    Que sigamos sintiendo esa terrible necesidad de contar cosas, con la mayor autenticidad, con la mayor sinceridad.

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  3. Estimado Rubén:

    Estoy contigo en que el acto de escribir es una necesidad interior de comunicación y que busca de forma, podríamos decir desesperada, llegar al encuentro del lector.

    Pero difiero en que el que escribe se desnude, tal vez pueda insinuar su desnudez, pero no necesariamente mostrar sus intimidades más profundas. Un buen escritor es aquel que es capaz de utilizar un disfraz pareciendo auténtico, veraz... creíble. Existen escritores que desnudan su alma y no existe ese puente del que hablas entre el lector y el escritor. No comunican.

    Me gustan tus reflexiones.

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  4. Anabel, el dolor y el peligro van unidos a este modo de desnudamiento. Sin duda.

    Saludos.

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  5. Ana J., esa misma objeción que haces, ya me la hicieron anteriormente y no te falta razón. ¿Son todos los autores sinceros al crear? Pienso que deberían serlo…
    Ana, considero que para que haya autenticidad tiene que haber desnudamiento del alma, sino de qué autenticidad estamos hablando?? Creo que en efecto… hablamos de lo mismo…

    Gracias a ti, por tus comentarios.

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  6. FranCo, tu comentario, junto al de Anabel y Ana J., me ha hecho pensar. Gracias a los tres por vuestras aportaciones. Probablemente, he escrito este texto con un modelo de escritor en la cabeza, dentro del cual no se pueden encajar todos los escritores, de hecho, el modelo que tú citas es tan real como éste, pero hace su tarea de otra manera.

    Me gustan vuestros comentarios.

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  7. Escribir es un acto de entrega del alma al desnudo. Pero que bien se siente quien escribe con relación que se inicia a partir de lo escrito. Es un acto de amor, de reciprocidad, de unión. Creo que la palabra es un vínculo maravilloso que crea puentes que nos unen. Un cordial saludo.

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  8. Belkis, veo que te mueves en el sentido que yo. Estoy de acuerdo con lo que dices. La palabra, desnuda, muestra, ofrece, une...

    Saludos!

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