Tres por doce fondos; pecho de flexiones. Veinticinco por cuatro de apretar chicha contra chicha, hasta comprimirlas, hasta matarlas todo lo posible, que no se muevan las entrañas. Algo de sudor después. El tiempo embotado en esfuerzo físico; treinta minutos es suficiente. Ducha, higiene. Limpieza exterior que por dentro no hay tiempo. Preparados, listos, ya… yo también estoy listo para el juego de la superficie: hipocresía, sonrisa floja de mentira, falaces palabras ancladas a lenguas diplomáticas. Sí, con el sudor limpio, aunque las entrañas ahogadas. Yo también estoy listo, no me entusiasma la idea, pero si hay que pisar, se pisa fuerte… Comienza la carrera.
Texto: Jugador
Nunca me han gustado los gimnasios del cuerpo. En el colegio me costaba que me aprobaran la Educación Física debido a mi forma esférica, siempre he sido un poco esférico...
ResponderEliminarMe gusta que suden mis sentimientos y mis pensamientos
Nadie ha hablado aquí de gimnasios. Aunque en los gimnasios se puede encontrar lo mismo que en otros lugares. La misma hipocresía o los mismos sentimientos. Si el tema está en profundizar algo me da a mí...
ResponderEliminarHipocresía, apretar los dientes y que no se note lo que realmente piensas, que nadie conozca tus entrañas, eso si que provoca un sudor, sudor incontrolado, pero yo creo que oloroso, porque te sale todo lo que no puedes decir por la boca.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Felicidades Jugador
Jugador... en decadencia y de corta y pega.
ResponderEliminarTexto de tufillo intenso a Ramallukoski, pero la diferencia está en la capacidad y el talento.
Buen texto, Jugador. Me sorprende un poco como cambias de estilo. Éste, que se ha dado en llamar, por estos lares, ramallesco; me gusta cuando son microrrelatos o textos cortos, y va bien para este tema. Sin embargo, me ha gustado mucho, no sabría decirte si más, el anterior "Tiene los pies fríos", ciertamente los textos apocopados resultan cansinos cuando son muy extensos y se abusa de este recurso.
ResponderEliminarSí, el estilo ramallesco es una influencia muy influenciada, hay que reconocerlo... no vaya a ser que el filtro de esta esfera (que parece ser que más bien es un fino cilindro) se estreche mucho más.
ResponderEliminarGracias; el otro texto es bastante íntimo. Quizá por eso gusta, porque es lo que quiere la gente, carnaza débil.
Perdonarme la ignorancia pero:
ResponderEliminar¿qué es el estilo ramallesco?
Inma, el estilo ramallesco es un estilo que se parece a la forma de escribir de J.Ramallo.
ResponderEliminarAmando, yo también abominaba de los gimnasios hasta que descubrí que el deporte puede ser una gran forma de cultivar el cuerpo y desintoxicar el espíritu. Cuando pruebas llegar a tu límite, esforzarte al máximo, dar lo mejor de ti, ser disciplinado y aguantar el sufrimiento es cuando descubres que no es tan diferente a la actividad intelectual, creativa, seria: para cualquiera de ellas se requiere fuerza de voluntad y constancia. La una ayuda a la otra.
Y, sinceramente, no se puede ser hipócrita mientras entrenas: las pesas no se levantan con bravatas ni discursos retorcidos, ni vale dedicarle buenas palabras para que se alcen solas. Lo que puedes, puedes. Y no hay más.
Otra cosa es que haya hipócritas agazapados en los gimnasios, en las calles, en los centros de trabajo, en la soledad amarga de la intransigencia...
¡OLÉ POR ANA! Lo subrayo; y lo dice uno que lleva siendo Jugador gran parte de su corta vida. Unas veces de algunos deportes, ahora de otras cosas.
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