¿Desde cuándo?
¿Desde cuándo presiento sus manos?
Sus manos grandes que manejan estelas, que abren espacios, curtidas de historia, de estrellas, de caminos.
Las imagino creadoras, acunadoras, líricas.
Las imagino cercanas, cobijadoras, atrapantes, cultivadoras.
¿Cuándo fue el inicio?
¿Cuándo tuve vida?
Si aún ellas no me recorrieron, no me exploraron, no me descubrieron, no me provocaron…
O ¿lo hicieron siempre?
Cada noche cuando se reúnen, no sé con qué fines los dioses del Olimpo, ellas llegan hacia mí y me dibujan, límites imprecisos, vértices abiertos, garabateando mi cuerpo con tímido desenfado
O ¿no lo hicieron nunca?
Si suponiendo, si suponiendo que existiera el tiempo y usted fuera usted y yo me estuviera pariendo, sin dudas, sin ninguna duda, dejaría que nazcan primero sus manos y después y después… mi vida.
Texto: Cecilia Sarobe
Me gusta mucho, Cecilia.
ResponderEliminar¿Qué otra misión tienen las manos?
Golpear es una traición a su destino.
Me ha encantado Cecilia.
ResponderEliminar¡Cuanto énfasis pones en esas manos!, infinitas manos, maravillosas manos que se anticipan, incluso a tu vida.
Muy bonito
Texto muy sugerente que nos invita a pensar.
ResponderEliminarQué texto tan atrayente y emotivo, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarLas manos, diez dedos que nos diferencian esencialmente, como homínidos, del resto de los animales.
ResponderEliminarEstoy pensando en los dedos de los ciegos...
Precioso texto, Cecilia.
Gracias por traerlo Anabel.
Espero que Cecilia esté contenta.
ResponderEliminarMe alegra mucho que lo hayáis disfrutado.
Gracias, Cecilia.
Saludos,
Anabel, la Cuentista