Ahí están batiendo sus rabos de gato, dispersando sus semillas desde los vastos suelos a orillas del asfalto; colonizadoras emplumadas y traicioneras, de ariscos tallos que rajan la piel de las manos.
Prefiero el daño de una rosa, una rosa roja como la sangre pura que brota del corazón herido.
El allium blanco que apostillado en los bordes del sendero mendiga lágrimas a los caminantes.
La violeta tímida que regada por la últimas nieves y custodiada por las rocas se esconde en la cima.
Magarzas, alhelís, cerrajas, verodes y greenovias, amapolas en los prados que adormecen a las vacas recostadas; lavándulas y artemisas que expiran el aroma del verano sobre acantilados y barrancos, y donde a la sombra de una cueva te ví, alado.
Y las suaves briznas de las festucas que el viento peina sobre la arena.
Prefiero el daño de una rosa, una rosa roja como la sangre pura que brota del corazón herido.
El allium blanco que apostillado en los bordes del sendero mendiga lágrimas a los caminantes.
La violeta tímida que regada por la últimas nieves y custodiada por las rocas se esconde en la cima.
Magarzas, alhelís, cerrajas, verodes y greenovias, amapolas en los prados que adormecen a las vacas recostadas; lavándulas y artemisas que expiran el aroma del verano sobre acantilados y barrancos, y donde a la sombra de una cueva te ví, alado.
Y las suaves briznas de las festucas que el viento peina sobre la arena.
Texto: Dácil Martín
Me encanta Dácil, me has dado una vuelta por tu verde y florido mundo.
ResponderEliminarPrecioso texto con toque de poesía.
Paseo por la naturaleza que, me parece se parece al paseo por tu interior.
ResponderEliminar¿Será casualidad o no tendrá nada que ver?
Precioso, con un estupendo fondo y una magnífica forma.
ResponderEliminarEn tiempo de primavera florece todo. Germina la creación, el color, la vida y sobre todo las ganas de vivir.
ResponderEliminarHuele. Huele a lavanda y a jazmín este texto.
Amando, no es tanto un paseo interior más bien lo que me sugieren las diferentes flores. Por ejemplo, los " Rabos de Gato" son una invasión de plantas foráneas que crecen en los bordes de caminos y carreteras, y que en Canarias están haciendo estragos con las plantas silvestres.
ResponderEliminarMe alegra que les haya gustado el paseo. Besos
Sólo le falta música...
ResponderEliminarUn abrazo.
Estupendo.
ResponderEliminarLa primavera también ha llegado a La Esfera.
Saludos,
Anabel, la Cuentista
Me había encantado este texto, pero no había caído en lo de rabo de gato ¿se llaman cola de gato, también?¿la planta californiana?. Si, un canto a lo auténtico con hermosos colores y fragantes olores.
ResponderEliminarSí, Marcos, también bien llamadas "colas de gatos". Lo que no recuerdo es que sean originarias de California, pero tampoco me extrañaría. Se han podido dispersar por todo el mundo gracias a las ruedas de los coches y de los aviones, pues sus semillas se adhieren al caucho y crecen luego en los suelos más pobres y contaminados de los caminos y bordes de carreteras, llegando a desplazar a las especies autóctonas.
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