-Hijo, no vayas a la universidad, he oído que los estudiantes andan revueltos, que van a ir a montarla a la facultad. ¡No vayas, hijo, no vayas!
Yo sólo pude pensar en Mariana. Estaba seguro de que ella encabezaba la movida porque llevaba una semana muy inquieta. Salté como una flecha sin hacer caso a las advertencias de mi madre, cogí mi Lambretta y me dirigí al campus a toda prisa. Cuando llegué, había dos grupos bien diferenciados junto a la Facultad de Derecho; unos agachados alrededor de algo o alguien en el suelo; otros protestando con los puños levantados hacia la otra entrada al recinto universitario. No la vi. Me dio un pálpito, tiré la moto en medio de la calle y corrí junto a los que estaban arrodillados. Una melena pelirroja, un abrigo azul, un bolso de imitación a cocodrilo… ¡Mariana!
Mariana llevaba muchos años como secretaria del decano. Fue de las primeras en sumarse a las manifestaciones de los estudiantes y de enfrentarse a los falangistas. Al verla tirada en el suelo, no pude pensar en otra cosa más que en ella y en su cabello enredado con la sangre del suelo. Quise socorrerla, pero el tumulto me arrastró y sólo logré entrever cómo se la llevaban en volandas. Su bolso en el suelo quedó como testigo de los altercados que se acababan de producir, como única prueba de que aún pensaba en mí a pesar de haberme jurado que mi regalo era de burgués y de que me había olvidado.
Colectivo 3d3 escritores: Pilar Aguarón, José Antonio Prades y Anabel Consejo
Ilustración: Pilar Aguarón
Pero qué bueno!!!
ResponderEliminarDos historias en una, o una gran historia que se deja ver justo cuando parece que está terminando lo que se cuenta.
Cuánto expresado en una sola y última frase.
Chapeau!!!
Magnífico. Tiene la esencia de los grandes relatos cortos, esos que uno humildemente explora como quien busca el tesoro perdido.
ResponderEliminarOjala que 3d3 escritores sigais publicando en esta esfera.
Fantástico chicos!!! pedazo de relato corto, me gusta mucho veros por aquí.
ResponderEliminarQue placer.
Completamente de acuerdo, perfecto, cuántas cosas dichas en tan poco espacio, todo un relatón.
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarPor supuesto que seguiremos por aquí: no os vais a librar de nosotros ni con agua caliente.
Saludos
Muy buen relato, si señor! Y esa lambretta y el bolso de falso cocodrilo (tonterías mías)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Besos a los tres.
No se puede contar mejor con menos palabras...Enhorabuena.
ResponderEliminarAbrazo fuerte.
Hemos rescatado éste texto del Colectivo 3d3 escritores, tras el regalo de ilustración que nos hace Pilar Aguarón. Su presencia y su creatividad se empieza a notar en La Esfera.
ResponderEliminarEstamos de enhorabuena con los ilustradores que ruedan con nosotros. y si, además, se trata de Pilar, doble enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, maña
Aclaración: el comentario anterior es mío, que me identifiqué mal.
ResponderEliminarOtro beso, Pilar
Ana Cabezaloca
Muchas gracias a todos por vuestra acogida y vuestros comentarios. Estoy encantada de colabrorar y espero que me deis la oportuniad de seguir haciéndolo, es un honor. Besos.
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