19 diciembre, 2010

Baila



Un movimiento en mitad de la pista capta mi atención. La conversación en curso se apaga, la multitud a mi alrededor se desvanece. Me quedo solo y, a unos metros, ella baila. Aunque la música suena más alto si cabe, ya ni siquiera la oigo. Su cuerpo gira, los colores cambian, rápidos, atroces y ella baila y baila. Su danza me atrapa, me embruja su movimiento. Mis ojos intentan atrapar sus manos, sus piernas, sus caderas, su pelo, pero nunca llegan a tiempo de fijar los rasgos de su piel en detalle. Pasan los segundos pero, para mí, no hay más tiempo que el que ella marca deslizándose, con sus zapatos rojos, sinuosa, sensual, casi flotando sobre el suelo entarimado.
De pronto, de entre una nube de cabellos, aparece una mirada de azul profundo que se clava en el fondo del alma y sin arrancarla de mi, da una vuelta, se contonea, se acerca, se frena, gira, se aleja… vuelve. Me quedo inmóvil, no me atrevo a respirar, por si mi torpeza rompe el hechizo que me ancla a su arte. A tres metros de mi, aún agarradas sus pupilas a las mías, da una, dos, tres vueltas en un vertiginoso torbellino de volantes de seda y gotas de sudor hasta que su cuerpo se detiene a medio centímetro de mi cara. Me obligo a cerrar los ojos y dejo que una ráfaga de aire con su olor sea lo único que me alcance, me embriague, me devuelva a la realidad….
La música vuelve a colarse en mis oídos, la conversación continúa, la gente se materializa y lentamente, con cuidado, abro los ojos. Ella ha desaparecido. Nadie baila en la pista. Más solo que al principio, siento cómo mi corazón vuelve a su ritmo, mientras su aroma se deshace a mi alrededor en jirones invisibles.


Texto: Carlos Q.G.

11 comentarios:

  1. Qué capacidad de transmitir sensaciones!
    También yo puedo percibir ese aroma que se deshace en jirones invisibles.
    Me ha gustado mucho.

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  2. Intensidad, velocidad, vértigo.
    Las montañas rusas no solo están en los parques de atracciones.
    Me gustó.

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  3. Me he imaginado a mí mismo viendo a esa diosa (no puede ser de otra manera) bailando en mi presencia. Resulta curioso el hecho de que en bastantes ocasiones un olor se consolida en nuestra memoria con una vivencia mucho más intensa que la de una imagen... Creo que no me equivoco si afirmo que casi todos tenemos a alguien especial archivado en nuestro cerebro asociado a un olor característico. Gracias por recordarme esa vivencia, Carlos.

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  4. Bien Carlos, esa diva del baile nos ha cautivado a todos, no sólo a ti.
    Me ha encantado

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  5. Carlos, esas vivencias suceden muchas veces en las cenas de empresa de Navidad. ¿Me equivoco?
    Se junta nuestra capacidad sensorial de escritor, nuestra hormonas masculinas y el alcohol.
    Buen ritmo. Mejor mirada de escritor... Felicidades
    Se te pasará. Te lo aseguro.

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  6. Y se fue..., se esfumó. Es lo que tiene el baile, las pupilas, la seda del vestido que flota... Se puede estar escribiendo horas de la visión de un sólo instante. Me ha gustado.
    Saludos

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  7. RElato que me lleva danzando mientras asimilo su ritmo, ágil y saltarín.

    ¿Qué ha desaparecido? ¿no estará flotando en una nube de tanta magia y tanta emoción?.


    Mira a ver por arriba.

    Un saludo de Á.

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  8. Miguel Angel20/12/10, 8:26

    Ese baile, Carlos, por lo que veo nos ha atrapado a muchos. Está muy bien transmitido y casi sin querer me ha parecido al leerlo haberlo vivido. Esa es la magia del texto. Me ha gustado mucho. Saludos

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  9. Muchas gracias a todos. Efectivamente, FranCo, estás en lo cierto - ¿quién eres, dónde estabas esa noche, que me pillaste?-. La inspiración surge de una pareja de baile de exhibición que acudió a la cena. Me encantó la precisión, ligereza y fuerza del baile... Evidentemente, la chica, en realidad no se acerco ni a medio metro de mi, pero, con un poco de imaginación, salió esto.
    Por cierto, para las interesadas, el chico -creo recordar- también bailaba bién. ;)

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  10. Carlos, más sabe el diablo por viejo, que por Diablo. En esas cenas la mente vuela y cuando amanece la realidad es otra. A esa chica la tropezaste hoy en el super y no le prestaste bola.

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  11. FranCo no te lo perdono, has desvelado el secreto, ¡con lo qué me gusta este texto! Todavía me llega el aroma de la bailarna.
    Muy bueno Carlos.
    Besos esféricos.

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