28 diciembre, 2010

¡No llore coño!


- Quisiera hablar, mire es que yo...
- Dígame señora. Feliz Navidad.
- Le decía que...
- Sí, hoy es Navidad. Desde el Teléfono Solidario le deseamos Feliz Navidad y un pros...
- Muchas gracias. Igual, igual para usted. Pero yo quería que me ayudara a...
- Aquí estamos para ayudarle señora, tras este teléfono queremos...
- Gracias. Yo... Me encuentro sola... Estas fiestas no puedo...
- ¿Sola? Sola usted no está. Nos tiene a nosotros y...
- Mire...la soledad me ahoga, y no puedo resistirlo... he pensado hasta...
- No llore señora. No llore, verá que…
- Pero es que mi esposo murió hace años, mi hijo no me visita, estoy enferma, y apenas puedo...
- Le comprendo señora, pero desde aquí no... ¿Que ha preparado ésta noche para cenar? Aquí hemos...
- ¡Nada mi hijo! No tengo dinero ni para tomarme las medicinas que...
- No se preocupe señora. Comer mucho es malo. Se da cuenta la cantidad de.. Pero no llore señora. ¡No llore por Dios! que me está poniendo nervioso.
- Bueno, bueno... perdone hijo, es que no puedo evitar...
- Desde el Teléfono Solidario le deseamos el mejor...
- Mire, cuando mi marido vivía, nosotros...
- Le entiendo señora... le deseamos Feliz Navidad y que...
- Pero... mi hijo, yo estoy muy necesitada de hablar....
- Señora, tengo que cortar. Tenemos más llamadas en espera y entienda... las demás personas también... Señora, ¡no llore, coño! Le deseo Feliz...
- No puedo evitar llorar, necesito hablar con alguien... es que estoy muy sola y...
- Señora, yo también estoy solo. ¡No me de la vara! ¿Piensa que ésta noche estoy tras este teléfono por vocación? Yo también estoy solo, ¡pero no lloro coño! Póngase a ver la tele.
- ¡Pero hijo...! Entiéndame, estoy muy mal y no pienso en otra cosas que...
- Piense en no joder señora. Y en no recordarme la puta vida que llevo. Yo también estoy solo, usted también está sola, él también está solo...Todos estamos solos, y por ello no lloramos como magdalenas...
- No me trate de ésta forma que me hace desdichada...
- Señora, no le hago desdichada. Es una desdichada. Yo soy un desdichado y... Bueno, desde el Teléfono Solidario le deseamos Felices Fiestas. Hasta el próximo año, si aún sigue viva, y yo tras este teléfono para no cenar solo en casa.


Texto: Francisco Concepción Álvarez

10 comentarios:

  1. Los pelos como escarpias, Francisco.
    Magnífico diálogo. Como si hubieras sido tú quien llamó a ese teléfono.

    Nos sitúas ante una cuestión que va tan en aumento que se hace ya lacra social. Quizá no tanto en nuestros países meridionales, pero ya empieza a llegarnos la plaga de la soledad. Esa gran lacra de la modernidad, del desarrollismo, de este capitalismo en el que sólo cuenta lo material y la eficacia...
    Me pregunto, porque este telefonista tenía tanta prisa en colgar. ¿Su productividad se mide en el número de llamadas atendidas, y no en cómo atendió cada una?
    Claro el número de llamadas es cuantificable, el modo en que las atendió, no.
    Ese es el problema, esa es la epidemia de las multinacionales, capitalismo, productividad...
    Y este texto en el estadio de la ficción más absoluta, es una denuncia fantásticas de una realidad que crece como crece la contaminación del aire.

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  2. Jo, ¡qué diálogo tan duro! Sé que en el Teléfono de la Esperanza, no se dan estos casos, afortunadamente, pero en cuántos sitios se nota la necesidad que tienen los mayores de hablar con el que pillen a su lado. Y desde luego no sólo en Navidad. En el fondo la soledad y el individualismo prima; ¡suerte de los pequeños pueblos! dónde uno se puede parar a hablar con cualquiera y hacer más llevadera la vejez solitaria.
    Me ha gustado tu texto, Francisco.
    Muchos besos y Feliz año! (no hay nadie en espera...)

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  3. muy bonito y real tu escrito, te leo siempre ,es decir desde que estas en mi blog,te invito visites e mio,tu comentario me interesa mucho, saludos..

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  4. Un texto muy duro, pero si por casualidad es real, no dudo que será una excepción, las personas que atienden el teléfono en estos centros de ayuda, jamás hablarían así, a la persona que llama.

    En cuanto a la soledad, yo no la considero mala, despende de la persona, de los recursos, no económicos, sino imaginativos por no decir intelectuales, que tenga, las personas que dicen estar solas, porque sus hijos no las atienden con la frecuencias que ellas quisieran, seguramente son muy egoístas. Hoy día, hay mecanismos suficientes, para que una persona no esté completamente sola, y no hace falta vivir en un pueblo, dónde todos se conocen, en las grandes ciudades, también hay lugares, para que los viejos no estén todo el día solos.
    Insisto en que las personas, que constantemente se quejan de lo solas que están, que los hijos no van a verles, que no les llaman, etc., ¿Por qué no cogen ellos el teléfono y llaman a sus hijos, o los visitan, en vez de lamentarse? Es muy cómodo echar la culpa a otros, en vez de aceptar que nos hacemos mayores, que entramos en otra etapa de la vida y que no somos el centro del mundo.

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  5. Aportas, María, algo muy interesante. El otro día escuché o leí, no recuerdo, que una cosa es estar solo y otra aislado. A veces las palabras nos traicionan. Una persona que esté sola porque lo desea, o porque ha admitido su realidad, hará lo que dices, cuando sienta el zarpazo de la ausencia de compañía cogerá el teléfono o saldrá en busca de ese cóngenere con quien sentirse acompañado. Una persona aislada, por mucho que pueda hacer lo mismo, por alguna razón que no se explica muy bien (tal y como señalas) es incapaz de ello.
    Y algunas veces, como parece que ocurre en el caso de la protagonista de este texto, es cierto que la soledad le ha caído encima como un desprendimiento en una montaña.

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  6. Me ha parecido realmente simpático y duro, duro por lo que tiene de real o puede tener. Cuántas veces estamos solos hablando con alguien; y lo solos y desorientados que nos podemos sentir cuando nos atiende alguien cuyo trabajo es atendernos y orientarnos.
    Les pagan, hacen su trabajo, pero el plus de ser humanos y de escuchar........eso no lo sabe ni lo quiere hacer todo el mundo, y menos gratis.

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  7. La soledad es muy hermosa... cuando se tiene alguien a quien decírselo.
    Gustavo Adolfo Bécquer

    Como texto divertido esta bien, pero ese dialogo seria imposible.

    Google proporciona de manera automática, y antes del primer resultado, el Teléfono de la Esperanza a todo aquel que teclee la palabra 'suicidio' en la versión española del buscador. Se trata de una funcionalidad que ya existía en Estados Unidos desde el mes de abril y que ahora ha llegado a otros trece países, incluido España.

    Al teclear la palabra 'suicidio' en el campo de búsqueda de Google, lo primero que aparece es un icono en forma de teléfono rojo con el número del Teléfono de la Esperanza y la pregunta "¿necesitas ayuda?".

    http://www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/146863/teclear-suicidio-en-google-te-lleva-al-telefono-de-la-esperanza

    SALUD.

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  8. Francisco. A este del teléfono le daba yo una buena colleja como la que se llevó el gato el otro día. Aquí hay dos cosas en el mismo texto: la soledad de la señora que llama, y el señor que trabaja en algo que no sabe ni quiere saber hacer bien. Ambos son dos claros ejemplos de las miserias de nuestra sociedad como ya habéis manifestado alguno. Muy buen texto. Surrealistamente dramático.

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  9. ¡Dedícate a otra cosa, coño!
    Ese hubiera sido mi final.
    Me ha irritado. Mucho.
    Y eso es bueno, porque significa que algo ha removido por dentro. Y para eso es la literatura.
    Un abrazo

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  10. Amando, cada comentario tuyo es un texto y una tesis. Gracias.

    Isolda, nadie espera para darte las gracias.

    Floria, nos pasaremos por tu blog. Esta es tu casa.

    María, que razón tienes. Yo soy padre e hijo. Y la distancia es la misma desde un lado a otro. Buen punto de vista.

    Luisa, el ser humano y caritativo, no se paga, ni se aprende. Se nace con ello. Va en la genética.

    Groucho, me agrada verte por aquí. Le aportas al blog ese punto tan Marxista. No te pierdas.

    Miguel, necesitamos muchas manos para erradicar las miserias de esta sociedad. Resulta misión imposible.

    Ana, remover. Que nos remueva, de forma positiva o negativa. Pero nunca Ni Fu - Ni FA. Gracias

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