Hermana corre, ¡Ay lo que ha sucedido!
¿Qué ha ocurrido sangre mía?
El niño, mi niño ha hablado
¿Qué ha dicho Nieves? ¿Que ha nombrado?
Ningún nombre dijo, solamente ha gritado:
¡Mi vida es la poesía!
Hermana, yo pensaba que era la medicina
¡Ay que Dios se apiade de su alma!
¡Ay pobre, que pueda llevarse
alimento a sus labios!
¿No tiene miedo? ¡Dime alma inquieta!
¡Ay pobre de mi niño,
que quiere ser poeta!
Texto: Jose Durken
Quien tan pronto empieza y tan claro tiene su deseo, seguro que consigue ser un magnífico poeta.
ResponderEliminarY todos sabemos que los poetas, cuanto mejores son, menos comen.
Un aabrazo José
Texto ágil, de fácil musicalidad y que me recuerda a cierto poemilla de Juan Ramón Jiménez, que ahora no tengo a mano.
ResponderEliminarMusicalidad para recitar
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