12 enero, 2011
Desigual batalla
Como todas las mañanas, el niño descubrió que su castillo de arena había sido destruido por las olas.
Tras apretar los puños, tragarse las lágrimas y morderse los labios, dirigió una mirada de odio al agua que ya le lamía sus pies y juró defender como fuera la que iba a ser su obra definitiva.
Esa noche nadie le sintió salir del apartamento donde pasaba las vacaciones junto a su familia, nadie fue testigo de la desigual batalla de un niño armado con una espada de juguete luchando contra el mar, nadie lo vio.
Lo cierto es que nadie volvería a verlo, nunca.
Texto: Luisa Hurtado González
Ilustración: Francisco Concepción
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Glubbss...
ResponderEliminarLuchar contra los elementos es tan duro..,
A veces nuestros sueños tienen la misma consistencia que estos castillos de arena...
Pero venceré al mar, seguro.
Pero no pidió ayuda. Tanto creía en su lucha que fue solo.
ResponderEliminarMe gustó, Luisa.
Desigual batalla, sin duda! Me quedo impresionada con el texto, habría que volver a pensar como un niño, para digerirlo.
ResponderEliminarHermoso el trasunto.
Besos Luisa.
¿Cuantas veces estamos dispuestos a embarcamos en batallas, perdidas de antemano, aunque creamos en ellas? Un niño dispuesto a defender su castillo, frente a los embates del mar.
ResponderEliminar¡Qué valentía! ¡Qué envidia!
Que valiente y sencilla es la mente de un niño, no se ve más allá que lo que se tiene delante.
ResponderEliminarUn hermoso texto Luisa
Muchas gracias por vuestras palabras.
ResponderEliminarNo hay muchas personas que puedan defender un castillo de arena con el ahínco con que lo haría un niño, armado o no.
Los mayores tenemos castillos en el aire pero.....¿los defendemos o sólo los soñamos?
Gtacias, sois muy amables. Muchos
Cruel, la vida es cruel.
ResponderEliminarMe gusta este texto que hace pensar a pesar de la tristeza que me provoca.
Buen texto, Luisa, todo una gesta de este héroe anónimo fiel a sus principios. Únicamente me quedó la duda de saber quién ganó la batalla.
ResponderEliminarUn niño que persigue su sueño. La rabia de la frustración que hace salir a pasear a su caracter luchador a pesar de que su inocencia no le deja ver lo desigual de la batalla. A veces los adultos caemos en lo mismo. Me ha gustado Luisa.
ResponderEliminarIlustración de FranCo? No había caído, cada vez nos sorprende más. Muy buena también, enhorabuena.
ResponderEliminarUna historia tan breve y tan bien contada, que te hace pensar y sentir. Espléndida.
ResponderEliminarFranCo, deberías prodigarte más con ilustraciones como esta.
Perfecta la unión de texto e imagen.
Qué metáfora tan bonita. Metáfora de la vida o de los sueños...
ResponderEliminar¿Hay que luchar por ellos aunque muramos en el intento? ¿Son baladíes nuestras ilusiones?
Un buen texto es aquel que nos abre muchos interrogantes.
Enhorabuena.