Dormida y desnuda bajo el viejo árbol, cargado de rojos y de aromas, yace la adorable Cecilia abandonada. Pausada se despereza dejando que sus pechos relajados se derramen. Al poco ladea ligeramente el cuello, rendida y entregada. Uno de sus muslos se eleva lentamente ocultando, sin quererlo, el movimiento de su mano. Sus ojos cerrados premeditadamente, el gesto de placer de su sonrisa y el rítmico jadeo que surge de sus labios entreabiertos, compiten con el sonido del aleteo de unos pájaros que huyen como si presintieran algo. Es entonces cuando Cecilia, zénit exaltado, vuelve la vista hacia la vieja valla. Conoce de sobras mi trayecto y mis horarios. Ya sabe, desde hace rato, que yo la estoy adorando.
Poético texto Isabel, una declaración que no deja indiferente.
ResponderEliminarUn texto hermoso y sensual que sugiere al lector continuar y descifrar la historia que cuenta. Enhorabuena Isabel.
ResponderEliminarErótico y poético hasta decir basta.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Isabel.
Besos
Cecilia, sensual. Lo mejor: el secreto oculto tras la vieja valla, que rodea de misterio la historia. Una historia que todos los curiosos, como yo, quisiéramos saber, o imaginar... Mejor imaginar. Enhorabuena Isabel.
ResponderEliminarEl goce del exhibicionista, frente al goce del voyeur, en un texto que huye de la pornografía, para acercarse a lo erótico y a lo literato.
ResponderEliminarElla sabe que él la está mirando, por eso su movimiento es lento y acompasado.
ResponderEliminarEl sabe que ella sabe...
Ella le espera con el convencimiento de que él sabe que ella sabe...
Sugerente, sensual, hermoso.
Un abrazo Á.
Erotica y sensual espera bajo un árbol. Saludos, Isabel
ResponderEliminarSobre todo erótico. Opino como Francisco, se juntan el hambre con las ganas de comer.
ResponderEliminarErotismo en estado puro.
ResponderEliminarDelicioso.
Muy buen texto, bien escrito, dominando el arte de la descripción como si de pinceladas se tratara.
ResponderEliminarErotismo, sensualidad, poesía.
¿Qué más se puede pedir en un texto breve?
Anabel