Cuando veo a japoneses, tan jóvenes, tan coordinados, tan disciplinados,... entiendo cómo han podido lograr sobreponerse a grandes dificultades a lo largo de su historia. Va mas allá del ámbito socioeconómico. Es puramente cultural.
Les invito a disfrutar de este arriesgado experimento de mezclas de números cinco: La 5ª Sinfonía de Beethoven y el Mambo Nº 5 de Pérez Prado "El Rey del Mambo". Ciento y pocos años de diferencia separan ambas composiciones. Este arreglo fue realizado por el director y compositor Akira Miyagawa, una especie de Fernando Argenta japonés, a quien podemos ver dirigiendo a esta joven orquesta.
Vaya mi pequeño homenaje al Pueblo Japonés. A buen seguro saldrán adelante.
Japón merece mis respetos y mi admiración. Cómo están llevando esta tragedia es digno de encomio, y este pequeño homenaje que les tributas, Miguel Ángel, es de todo punto merecidísimo.
ResponderEliminarUn tributo a un pueblo que merece nuestro respeto y admiración.
ResponderEliminarSiguen a esta Esfera llegando propuesta musicales "para una minoría"
Gracias
Fantástica combinación. Me ha encantado; sin abusar, estos experimentos están muy bien! Gracias por traerlo Miguel Angel, los besos se los damos a ellos, que les vendrán mejor.
ResponderEliminarA mi se me ha caído un poco el moquillo al piemos y versus tan entusiasmados. Si este concierto fiera una premonición ....
ResponderEliminarGracias Miguel Angel. Un abrazo. A.
¿Quién dijo que no se podían hacer experimentos más que con gaseosa?
ResponderEliminarAnabel
Interesante propuesta. No hay nada que no pueda ser mezclado, fusionado (a la luz de lo que está sucediendo con los reactores atómicos, esta palabra cobra un nuevo significado), reconstituído.
ResponderEliminarMuchas gracias por haberlo traído, Miguel Ángel. Y gracias por no dejar que nos olvidemos de Japón.
Un abrazo fuerte
Me encantan estas propuestas aventuradas, y más cuando se ejecutan con tanto entusiasmo. Son geniales, yo también brindo por ellos.
ResponderEliminarGracias, Miguel
Un hermosos homenaje el tuyo, Miguel Ángel. Yo también espero y confío que el pueblo japonés, una vez más, resurja de las adversidades. Si ellos no ¿quiénes?
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