Te vi en el autobús, el niño pegado a la cintura y en la mano derecha una ristra multicolor de collares baratos que ofrecías por poco dinero a la gente que quedaba atrapada en tus ojos: en esa mirada de patera suplicante, enorme, oscura y triste. Los ojos de tu hijo te buscaban alegres, anhelando a la madre que le ignora a la hora de ganar el jornal; sin angustia porque sabe que en unos minutos, tendrás para él, la mirada más dulce y risueña.
Texto e imagen: Ángeles Hernández Encinas
una escena que desgraciadamente se repite muy a menudo y que todos hemos visto en más de una ocasión. en fin.
ResponderEliminarLA ternura que aflora en cualquier circunstancia, por muy adversa que sea. Esos ojos que tantas veces tenemos frente a nosotros y en los que tan pocas veces reparamos.
ResponderEliminarEnhorabuena, Ángeles
Tremenda realidad, Ángeles, tan lejana, tan cercana. Así y todo, una lección de vida, ¡viva la vida!
ResponderEliminarUn beso
Las dos realidades mezcladas: la de la madre en busca de sobrevivir y la de su hijo paciente. La otra, la de los que ya no miramos, hartos de tanta crueldad alrededor y saciados de vida acomodada. Lo meritorio de todo el texto, además de cómo lo has escrito, es que hayas reparado en esa realidad, la hayas captado y nos la hayas regalado. El mérito del texto, eres tú Ángeles. Gracias.
ResponderEliminarPor desgracia todo se hace muy duro, muy difícil, muy complicado, pero para ciertas personas muchísimo más... Claro que la fuerza que otorga tener un niño en brazos, no hay nada en el mundo que la otorgue.
ResponderEliminarBuen micro Ángeles, me gustan mucho los micros que con pocas palabras te envuelven de muchos sentimientos y visiones. Eso es un arte que acabas de hacer muy bien.
ResponderEliminarUn micro precioso y tierno. Esa contemplación de la madre, una visión que marcará a ese hijo durante toda su vida. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Pitu, Ana, Amando, Angeles, Migutl Angel, Inma Marcos.
ResponderEliminarHabéis captado la esencia del relato que prácticamente solo tenía eso: un par de ideas y cuatro palabras.
Un abrazo. A.
Existen instantes que fotografías con el corazón y los sentidos. Éste es uno de ellos. Pero tambien me interesa como relizaste la fotografía. ¿Con su permiso? ¿Robada? ¿Con tu móvil? ¿Con nerviosimo por como iba a reaccionar?
ResponderEliminarComo dice el micro, la foto fue tomada en el autobús urbano. Muy poquita gente y señora con niño vendiendo collares.
ResponderEliminarPor desviación profesional ( creo), la autora entabla conversación con la madre acerca de la salud del hijo. Con buen ambiente y compre de collar verde, solicita permiso para hacerles una foto ( móvil HTC).
La señora y el niño posan encantados . Días después la foto es descargada en el PC y olvidada en el archivo Picassa durante mas de un año.
Al cabo del mismo, buscando inspiración, la imagen es recuperada. Su visión atrae el recuerdo y provoca la reflexión y el texto que aquí aparece.
Eso es todo.
Todo escrito y creación son en sí mismo otra historia. Es algo que siempre me interesa, el cómo nacen las creaciones. Ana J. ya compartió en este blog un texto con similar forma de ejecución.
ResponderEliminarÁngeles, muchas Gracias por compartirlo con todos los de La Esfera.