Jim Morrison fue otro de los grandes del verano del 67: el famoso "verano del amor", que impulsó el movimiento hippie. Ese verano The Doors, el grupo del que fue vocalista, hizo su puesta de largo con el tema Light my Fire.
Era un vocalista diferente. Provocador y transgresor en sus conciertos.
Lo curioso de la historia es que no siempre fue así. De hecho, en sus inicios, cantaba la mayor parte del tiempo de espaldas al público. Sufría miedo escénico, el cual logró vencer gracias a ingerir dosis de peyote antes de los conciertos. Esta droga provocaba en él un estado de éxtasis cercano a la divinidad que encandilaba a sus fans.
Dejó de cantar en el año 71 para instalarse en París y escribir poesía -quizás su gran pasión-. He leído algunos de sus poemas y de ellos hay uno que me ha llamado especialmente la atención. Se llama "La Libertad Existe" y dice así:
¿Sabes que la libertad existe
en los libros escolares?
¿Sabes que hombres locos están
dirigiendo nuestras prisiones?
En una cárcel, en un presidio
en un blanco y libre
remolino protestante.
Estamos colgados cabeza abajo
al borde el aburrimiento.
Estamos alcanzando la muerte
en el final de una vela.
Estamos intentando conseguir algo
que ya nos ha encontrado.
Allí, en París, escribiendo poemas se encontró con la muerte un 3 de julio de hace 40 años. Tenía solo 27.
De las múltiples frases que dejó escritas, me quedo con una:
"La muerte hace ángeles de todos nosotros y nos da alas donde teníamos hombros, suaves como garras de cuervo".
Sigues trayéndonos a genios que no les hicieron falta tiempo para demostrar que lo eran.
ResponderEliminarMuy buena reseña, como siempre Miguel Angel
La muerte nos da alas... dejampos de ser esclavos de las ataduras de nuestro cuerpo de las que nos ponen otros.
ResponderEliminarÉl ya es libre, desde hace mucho tiempo, mientras que su recuerdo sus `poemas y su míusica le mantiene también atado alos que le amamos.
Un abrazo Á.
Estupenda reseña Miguel Ángel. Como se está viendo estos días, el mundo ha avanzado poco, y algunas cosas se reeditan... ¿también marchitarán como flores en el pelo?
ResponderEliminarAl final hacen falta grandes movimientos para conseguir pequeños pasos, casi insignificantes.
Otro cantante de culto. Es indudable que la música de The doors ha trascendido y se ha hecho intemporal, en gran medida, por la muerte de Jim Morrison. Un cantante distinto que hizo historia. Una pena que no le diera tiempo a demostrar que su talento iba más allá del peyote.
ResponderEliminarMuy buena reseña.