El viento se lleva las hojas muertas y los manuscritos olvidados. Las palabras amarillas flotan levemente antes de caer, rendidas, sobre el camino de la infancia. El anciano las va recogiendo y apilando mientras ellas hablan de recuerdos ajados por el tiempo, aunque tan vivos como tenues destellos de luz entre las nubes de otoño. Recuerdos errantes que se lleva el viento, junto a las hojas muertas.
Texto e Ilustración: Sara Lew
Sara admiro tu capacidad de síntesis, de decir mucho en pocas líneas, eres una de las personas que mejores micros elabora.. Mi enhorabuena por este micro y por su ilustración.
ResponderEliminarEste principio de otoño está tiñendo de melancolía todo cuanto toca. Y lo está haciendo sembrando belleza, como este micro que es más una estampa delicada y algo triste, pero real.
ResponderEliminarPrecioso texto con ese tinte poético que cubre la nostalgia otoñal, y que nos habla de la inevitable decadencia.
ResponderEliminarPido disculpas a mi amigo Amando por "pisarle" sus mismas palabras. Juro que es pura casualidad y que la culpable es Sara por provocarnos esas mismas sensaciones.
ResponderEliminar¡Cómo no nos vamos a pisar! El otoño es contagioso. Sara, es una hermosura tu texto y tan poético!
ResponderEliminarBesos del color ocre.
Os dejo un enlace con Les feuilles mortes y su traducción.
http://todaesamusica.blogspot.com/2007/04/les-feuilles-mortes-una-cancin.html
Precioso. El viento se los lleva, sí, pero siempre los trae de vuelta. Permanecen, como los ecos de tus palabras, Sara.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, amigos de La Esfera Cultural, por acoger así mis textos.
ResponderEliminarEs verdad que el otoño es una estación melancólica, que representa muy bien el ciclo de la vida cuando va llegando al final, siempre con esa promesa latente de un nuevo principio.
Abrazos otoñales!!
Un tono lírico delicioso en este micro.
ResponderEliminarMuy bonito.
Sara, como siempre bello texto, precioso dibujo. Eres capaz de decir mucho, demasiado, con muy pocas palabras. El viento de la vida es como un remolino que se lo lleva todo, pero como dice Isabel, siempre vuelve, como un boomerang, marchará el otoño, nos cercará el frío invierno, pero siempre volverá la primavera, brotarán nuevos sueños, se injertarán los deseos, y nacerán las quimeras.
ResponderEliminarUn abrazo Sara
Muy lírico este micro, Sara. Es como un soplo de nostalgía.
ResponderEliminarBesitos
Muy poético Sara. Hoy te aplaudo en todas partes.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Esa mezcla de tiempo, recuerdos y vida está plasmada de una forma que sólo lo iguala esa sugerente ilustración, muy de tu estilo, para los que no conocemos tu blog.
ResponderEliminarUn beso.
Todo se mueve para volver al mismo sitio: nuestra memoria.
Son las palabras de Isolda que iba a pisar con el poema de Jacques Prévert. Cito en francés los primeros versos, sin atreverme a traducir.
ResponderEliminar"Les feuilles mortes se ramassent à la pelle,
les souvenirs et les regrets aussi.
Tu vois je n'ai pas oublié."
Hojas muertas, recuerdos...
Enhorabuena, Sara.
Las palabras, esas hadas que juegan entre los bosques de nuestra locura.
ResponderEliminarAbrz.
Melancólico y bello micro poético
ResponderEliminarBravo, Sara!!!!
Sara, tu relato es melancolía en estado puro. Se refleja bien el paso del tiempo y esos recuerdos que se apilan al final de los días.
ResponderEliminarMe gustó, un abrazo.
Excelente relato, Sara.
ResponderEliminarEnhorabuena!
Te echaba de menos, Sara. Te echaba de menos. Como siempre una delicia de texto. Y de ilustración...
ResponderEliminarAgradezco enormemente vuestros comentarios.
ResponderEliminarAbrazos afectuosos!
Un bello relato y bella su ilustración. ¿A dónde irán las palabras que se lleva el viento? Abrazos
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