25 noviembre, 2011
Ausencia
Ese dolor de otoño que me invade,
el deseo que siento y me enloquece,
es causa del latido que constante
percute y martillea en las entrañas.
Ese dolor de otoño que me habita
me eleva, sin embargo hacia tus ojos
y me obliga a ocultarme en una esquina
para nadar en ellos mientras juegan.
Podría deshacerte en un instante,
olvidarme de ti como si nada…
borrarte de mi piel con tatuajes,
volver de mi locura,
pero entonces…
perdería un segundo de tu ausencia.
Prefiero la nostalgia que me inunda
y este dolor de otoño que me hiere.
Texto: Isolda (mjll)
Narración: La Voz Silenciosa
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Uff!!! Isolda los pelos como escarpias. La sensibilidad de la poesía se demuestra contagiando sensaciones, me ha temblado el cuerpo al leerlo.
ResponderEliminarEl otoño...siempre el otoño.
ResponderEliminarEl poema sencillamente derrocha ternura y sensibilidad...reflejo de como tu eres.
Un beso.
Contundentemente verídico, absolutamente real, vida en intensivo.
ResponderEliminarGracias Isolda. Bs.
Interesante la propuesta de resignación y aceptación de la ausencia en vez de lanzarse y aferrarse a la lucha por el olvido. ¿Tanto se puede llegar a querer? Me ha percutido de lleno la sensación. Enhorabuena.
ResponderEliminarPreciosísimo. A medida que vas escribiendo me va gustando más.
ResponderEliminarQuè caja de sorpresas eres y que me gusta que vayas abriéndola y que podamos disfrutar de su contenido.
Bsssss.
Impresionante, Isolda. Has conseguido que entre en el dolor otoñal de abandono que destila este hermoso poema, en la obstinación por mantener el recuerdo del amor perdido.
ResponderEliminarEnhorabuena y gracias por congraciarme con la poesía.
Un abrazo desde tu sur
Entre la nostalgia y el presente, nos cautivan los recuerdos.
ResponderEliminarHermoso y real.
Besos
Ya sabes lo que pienso de este poema, sencillamente maravilloso. Un ritmo preciso, incluso la leve asonancia de la última estrofa le otorga un mayor tinte de melancolía.
ResponderEliminarComo dice Miguel Ángel, valiente decisión, aunque sea tan dolorosa. También pienso como tú es preferible la ausencia al olvido, pues aquella tiene remedio.
Es un suerte tenerte entre mis amigos.
Ahora me tocan a mí los besos, esta vez desde Castilla.
Apreciada Isolda, ahora va a resultar que vas a dar sopas con honda a todos los poetas a los que tantas veces has alabado, situandote a su lado, pero ni un paso atrás. Has dejado atrás, y bien atrás, ese aire de advenediza en las lides poéticas y hollas el camino con brío de veterena. Mi más cordial enhorabuena.
ResponderEliminarTerrón de tierra
Podríamos olvidar y evitar el dolor, pero, ciertamente, la dejarse inundar por la nostalgia es también revivir.
ResponderEliminarMe gusta esta ausencia de tu otoño, tan sentida y poética.
Enhorabuena. No dejes de contarnos lo que siente la Isolda más sensible.
Un abrazo.
Con amigos así, de verdad que me crezco.
ResponderEliminarNo sabéis qué importante es ver que puedo expresar mis sentimientos y que los sintáis al tiempo.
Grcias Inma por contagiarte, Flamenco, siempre de mi lado; emejota, sabes que te admiro, gracias; Miguel Angel me alegra que te haya 'percutido' Se puede llegar a querer tanto y más. Andrea, si me conoces de sobra, pero gracias también. Ana, no necesitas reconciliarte con la poesía y siempre hay que mantener los recuerdos felices. Lo mismo para ti, Virgi, nos alimentan. Amando, el olvido nunca, aunque la ausencia sea irremediable, viniendo de ti y no lo dudes, la suerte es mía; Terrón, soy solo una aficionada pero tus palabras me alegran siempre. Mercedes, sabes que soy como me lees, un poco de todo.
Gracias y besos siempre de colores.
Eso es poesía, señora,y lo demás son tonterías...
ResponderEliminarMe encanta el ritmo que le has marcado; su cadencia es envolvente y cálida, a pesar de su tristeza... o quizá, gracias a ella.
Gracias por compartir belleza
de orilla a orilla :)
Mira quién fue hablar! Me alegra que te guste, eres un sol!
ResponderEliminarBesos de esa luz que nos ha regalado el día hoy a los del sur.
Mucha sensibilidad, cariño y nostalgia. La ausencia puede doler hasta en las entrañas.
ResponderEliminarUn beso, Isolda.
Hermoso homenaje al amor , bello y delicado poema , como tu forma de estar y de vivir , Isolda.
ResponderEliminarPreferir el dolor a la ausencia demuestra varias cosas, entre otras que el amor permanece y que el vacío puede ser una elección mucho menos confortante.
También gay que saber expresarlo con delicadeza, ternura, ritmo, mesura...
Gracias Isolda y un abrazo. Á.
Querida Isolda: lo que me faltaba, una maravillosa poesía para enternecerme del todo en este otoño. Te deseo lo mejor, querida Isolda, y espero que volvamos a vernos, superado el frío. Un abrazo cariñoso de tu amigo Fernando.
ResponderEliminarCatherine querida, ya sabes que todo se supera, aunque no se olvida; como no me olvido de los días que hemos pasado juntas.
ResponderEliminarÁngeles, cuánto tiempo sin saber de ti, miento, algo sé por nuestra común amiga Mercedes; me gusta que lo entiendas como lo he escribí y te deseo lo mejor, en tu nueva vida.
Querido Fernando, también mucho tiempo, aunque siempre estoy pendiente de tu blog. Por supuesto que nos veremos! Y qué mejor que la ternura!
Besos cálidos desde mi sur para todos.
La ausencia y el otoño bien tejidos, bien anudados, para darnos este bello poema que nos muestra tu alma apasionada y sensible... hay que dejar atrás las ausencias para abrirle paso a las presencias. Y guardar los recuerdos en hermosos versos. Y seguir viviendo para seguir escribiendo...¡ni se te ocurra dejar de escribir! Un abrazo muy fuerte lleno del otoño- ahora sí- madrileño.
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