Abrí lentamente los ojos. En la penumbra, aún somnoliento, comencé a pensar. Tirabuzones entrelazados que mi mente iba deshaciendo fluían con una claridad increíble.
Pude ver en un instante tantas cosas claras, que llegué a creer que ese día algo había pasado en mi interior. ¿Dónde exactamente? ¿En mi cerebro? ¿En mi corazón? ¿En mis entrañas?
A modo de fotogramas pasaron ante mí muchos años de mi vida. Años en los que todos y cada uno de mis actos, de mis decisiones, fueron aceptadas por mí como lógicas, como acertadas.
Ahora no sé por qué motivo no lo entendía así. Comprendí que puse un parche a cada pinchazo en mi piel por el que se me escapaba la razón, el sentido común y la credibilidad.
En mí mismo no cabía todo lo hecho, todo lo decidido, todo lo realizado.
Entonces… serenamente… con infinita y dolorosa claridad lo sentí profunda e intensamente…
¡Había despertado mi conciencia!
Texto: La Voz Silenciosa
Cuando se despierta, no hay quien la calle. Su voz, aunque sorda para todos, se hace escuchar muy alto en nuestro interior. Y es que no conviene enfrentarse a esta señora que nos vigila de forma permanente.
ResponderEliminarMuy bonito, incluso dentro de una tradición literaria que entronca con la moral.
Enhorabuena.
Estimada Voz, posiblemente vuelvas a despertar dentro de unos años y volverás a experimentar esa misma sensación. Y despertará una nueva a conciencia. Otra más madura y más depurada.
ResponderEliminarTiempo al tiempo.
Un abrazo.
FranCo
Despierta aunque a veces se nos esconda en oscuras y frías cuevas. Despierta y nos susurra al oído. Genial despertar
ResponderEliminar"Comprendí que puse un parche en mi piel..."
ResponderEliminarCuántos apaños nos hacemos para acallar lo que realmente grita por salir fuera de nosotros y plantarse ante nuestros ojos desnudos.
Pero todo llega. Al final, tenemos que enfrentarnos a nosotros mismos.
Me ha encantado.
Me ha gustado mucho tu texto, querida Voz. ¡Ay de aquel que no escuche esa otra voz! Muy bien escrito.
ResponderEliminarMil besos te has ganado, amigo.
Sorprendido me siento y mucho. Y agradecido por vuestros comentarios aún más. De vez en cuando surgen cosas así en mi mente siempre, ya lo sabéis ocupada, y no puedo dejar de escribirlas, aunque no siempre lo publique. Hoy fue una excepción. Gracias por todo a todos.
ResponderEliminarLa Voz escribe, y escribe muy bien.
ResponderEliminarGeniales esos tirabuzones de la vida.
Voz, ¿nos lo contarás?
Me ha gustado mucho. El despertar de la conciencia que dignifica, lo has descrito muy bien. Un abrazo.
ResponderEliminarEsas "voces silenciosas" que nos hablan siempre con absoluta clarividencia, finalmente se agrandan de tal manera que no podemos dejar de escucharlas. Un abrazo, Voz.
ResponderEliminarGracias por esa excepción, José Fº. Ahora nos sorprendes con tu voz callada, igual de sonora, de profunda, llena de humanidad. Un abrazo.
ResponderEliminarSuscribo lo que dice Marcos, sobre esta excepción. Creo que FranCo tiene también razón. La conciencia se despierta varias veces en la vida. ¿Será ello lo que llamamos evolución personal?
ResponderEliminarSiempre es bueno abrir los ojos aunque sea lentamente.... que no abrirlos. Lo vivido eso fue y digamos que para aprender y crece! Hoy un nuevo despertar llega a ti y debes mirar esa bella Luz que descubres mi querido y respetado amigo Silencioso. Abrazos Luminosos de Alexa:)
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