Hace una semana que acabé de leer Oscurece en Edimburgo, un libro que se posó en mis manos un día siete de mayo (casualidades, siete de mayo, siete plumas, siete manos,...) en la Plaza de San Telmo, en Las Palmas de Gran Canaria. Ese día tuve la dicha de acudir a su presentación y conocer a algunos de sus escritores.
Oscurece en Edimburgo tiene varias cosas que la hacen atípica dentro de las novelas que he leído. No podía ser de otra manera. Siete manos, siete cabezas, siete escritores que no se conocían entre ellos. No había un plan preestablecido, un guión. El resultado, por tanto, es puro proceso creativo de tal forma que las ideas se plasmaban tal cual se iban hilvanando en las mentes de sus creadores y se iban volcando en el blog 7 plumas.
Eso se nota en los primeros capítulos donde se aprecian pasos algo titubeantes, puertas abiertas, donde la historia podía tomar rumbos diferentes y que poco a poco van convergiendo tomando una dirección que, pensando en perspectiva, era muy difícil de predecir al principio de su lectura. Es un ejercicio donde los siete autores (Francisco Concepción, Anabel Consejo, Inma Vinuesa, Ana Joyanes, Dácil Martín, Amando Carabias y Marcos Alonso), lejos de llevar la historia por donde probablemente les hubiera gustado a título personal, supieron renunciar a sus gustos y, con respeto hacia los demás y espíritu solidario anteponiendo el resultado a ningún tipo de personalismos, culminaron la obra de un modo muy solvente.
Hay muchas cosas que destacar. Por un lado, no hay descanso en la lectura. En cada capítulo se suceden situaciones que son narradas con mucha intensidad. También los personajes, redondos, bien caracterizados, que se van modelando conforme avanzamos en la lectura de tal forma que al final no parecen lo que eran al principio.
Un consejo: si deciden perderse por las calles de Edimburgo no lo dejen de leer para luego retomarlo. El ritmo frenético y la trama no lo permiten, y luego cuesta volver a encontrar el camino. Lo mejor es leerlo "del tirón". Es la mejor manera de disfrutarlo.
Les recomiendo su lectura.
Crítica: Miguel Ángel Brito
La podéis encontrar en http://lavidaensorbos.blogspot.com/
Libro: Oscurece en Edimburgo
Autores: Inmaculada Vinuesa, Dácil Martín, Amando Carabias, Francisco Concepción, Ana Joyanes, Anabel Consejo, Marcos Alonso.
Web: www.7plumas.com
Páginas: 341
ISBN: 978-84-614-8705-9
Venta aquí
Autores: Inmaculada Vinuesa, Dácil Martín, Amando Carabias, Francisco Concepción, Ana Joyanes, Anabel Consejo, Marcos Alonso.
Web: www.7plumas.com
Páginas: 341
ISBN: 978-84-614-8705-9
Venta aquí
Critica muy interesante.
ResponderEliminarLeí la primera vez cada capítulo al salir del horno. La segunda vez lo leí no de un tirón, lo que me parece difícil sobre todo para mí, sino varios capítulos seguidos. Aun cuando conoces la trama te captiva, quizá leyendolo de manera diferente.
Digo critica muy interesante porque creo que es la primera vez que escribe alguien que no ha seguido la experiencia muy especial de esta escritura.
Amigo Miguel Ángel, es un honor tenerte entre nuestros lectores.
ResponderEliminarEn esa presentación, a la que haces referencia, fue cuando compartimos nuestra primera cerveza. Y ya van unas cuantas.
Un abrazo.
Qué suerte tenerte como lector, como reportero audaz y, sobre todo, como amigo!
ResponderEliminarComo señala Catherine, no seguiste la gestación del libro, con lo cual tu visión es nueva.
Muchas gracias por haber leído Oscurece en Edimburgo y por hacer la reseña.
Un abrazo enorme.
Me sumo a los agradecimientos, a las cervezas y a los ratos tan buenos que pasamos hablando de este libro y de literatura, nuestra pasión.
ResponderEliminarMiles de gracias MA
Ese fue también un día muy especial para mí, entre otras cosas porque conocí a Miguel Ángel, esa persona sobresaliente de mirada clara, sonrisa eterna y cámara fotográfica en mano que nos sorprendió con su viaje relámpago a la isla con su simpático hijo. Un auténtico privilegio tenerte como amigo esférico, desde entonces la Esfera rueda mejor que nunca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Miguel Ángel, por lo que me toca. Están bien estas críticas después de un tiempo, para refrescar las memorias e intentar que los rezagados se sumen al efecto Oscurece en Edimburgo, sin duda una de las novelas del año que ya concluye. :)))
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