15 diciembre, 2011

No voy a pedir nada

No voy a pedir nada a los Reyes. He oído decir que no es bueno desear, que desear te aleja de crear algo por ti mismo. Así que este año me propongo a no aceptar tantas ofrendas y a no entristecerme por estar en Navidad. Si estuviera de mi mano, alegraría la Fiesta aportando ningún deseo. Cierto es que el brillo en los ojos de los niños al ver a los Reyes Magos dislumbra el Mundo de la Magia. Sólo en ellos parece existir la verdad porque en nosotros, los que somos adultos, esta Fiesta parece más una gran mentira tejida desde hace décadas para convertirse en lo que es ahora: una piltrafa engalanada. Hacer desaparecer a los Reyes Magos sería, pues, imperdonable. No es eso, no. Debo reconocer que la creencia en los Reyes Magos es importante para la infancia. Ellos han sido, lo que podría llamarse, la iniciación para entrar en el Mundo Fantástico tan necesario para subsistir los avatares de la vida. Y menos mal que existen, porque si no para los niños tal vez sería más difícil aceptar los sueños. No olvidaré aquel momento siendo niño cuando supe que la gran ilusión de mi corta vida había sido una farsa. Fue un paso amargo a superar por la traición del mismo ensueño. Cuando dejé de ser niño, aquel instante en que perdí la inocencia fue, sin embargo, el despertar de la conciencia, todo un descubrimiento. Por eso quizá lo importante no es desear sino descubrir. Y con el paso del tiempo, al echar una mirada atrás a la infancia lo amargo se vuelve dulce, porque recordarla va ligado también al descubrimiento de unas manos mágicas que guardaban en secreto a nuestros padres.
Texto: Dácil Martín
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9 comentarios:

  1. Sí lo mejor es aceptar con la misma ilusión que los niños aquello que nos venga.

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  2. El recuerdo a veces amansa lo vivido, para no sufrir.
    Pero la magia de los deseos es un dulce caramelo.
    Mis mejores deseos Dacil.

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  3. Un texto reflexivo y nostálgico. Bien escrito, pero no le veo la Otra Navidad.

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  4. Ni se te ocurra, Dácil, dejar de desear, sería un suicidio, ¿qué es la vida sin deseo, sin pasión? Nada de nada. ¿Qué es la vida sin fantasía, sin artificio, sin inventos, sin creación? Plana y aburrida. Ni se te ocurra o te las verás conmigo.

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  5. Me quedo con que lo importante no es desear, sino descubrir.
    Me ha encantado esta reflexión sobre la ilusión y los sueños. Y sobre las manos mágicas de nuestros padres.
    Enhorabuena!
    Un abrazo enorme

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  6. Hay momentos mágicos en la vida, la primera vez que eres consciente de que existen los Reyes Magos y la última vez que eres consciente de que no existen. Enhorabuena Dácil me ha gustado mucho tu reflexión.

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  7. Amiga Dácil, como reflexión un diez. Como texto literario ¿¿??
    No pierdas la magia de los deseos. Los deseos es aquello que nos mantiene vivos. Aquel no no tiene deseos casi ha cumplido su ciclo en este destino.
    Feliz Navidad

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  8. Una reflexión nostálgica. No acabo de ver esa otra Navidad. Pero igualmente esta bien escrito y se lee con gusto.

    Besitos

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  9. Dácil Martín26/12/11, 23:39

    Les puedo asegurar que hace días escribí un comentario largo y contundente, agradeciéndoles los comentarios. Les decía que sí, que los deseos entendidos como ilusión por la vida, no deben faltar. Pero en el texto me refiero al desear por desear, al tener por tener. Los niños cuánto más regalos, menos los valoran y más ansían.
    Ximens, Elysa, es cierto, no se trata de un texto sobre la Navidad alternativa, más bien es una breve reflexión.
    Al menos estoy a tiempo de transmitirles MI ILUSIÓN (je) para que DESCUBRAN EL AÑO NUEVO EN SUS VIDAS.
    Besos,
    Dácil

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