18 enero, 2012

Asimilando mi camino


En mi camino el aire está lleno de polvo.
Polvo que puedes morder y luego masticar, convirtiéndose en fango con tu saliva. Y buscas agua con urgencia. Y cuando la encuentras está turbia y canela por el polvo del aire. También caliente por sol abrazador de mi camino, que te quema y cuartea la piel. Pero disfrutas esa agua como de manantial, mientras sientes la luz del omnipresente sol que no te abandona en tu trayecto y el azul de la techumbre de la vida. Y agradeces estar vivo y cada día más inmunizado para el viaje que realizas a un destino sin destino. A una meta sin linea de llegada. A una meta sin otro crono que el tuyo, donde no existe podio, ni medallas. Y caminas y caminas y pobre de aquel que se detiene. Los buitres siempre están sobrevolándote. Déjame caminar, déjame moverme. Deja que el polvo del camino se convierta en fango con la saliva en mi boca. No tengo para otro billete, ni otro destino, es el que me ha tocado. No quiero beber de tu agua embotellada y cristalina que no sacia sed. No quiero tener por techo tus luces fluorescentes. No quiero la quietud de tu viaje, ni prescindir del sol abrazador de mi camino por tu climatizador. Ni cambiar la experiencia de mi curtida y arrugada piel, por tus tratamientos de belleza. Deja que el sol me queme. Respeta mi existencia mochilera y revisa tu corto destino de tarjeta Visa, del que estás tan orgulloso. Solo envidio tu dieta, la mía es de piedras. que salpimiento para poder masticarlas.
Texto: Francisco Concepción Álvarez
Narración: La Voz Silenciosa

9 comentarios:

  1. Excelente, Francisco. El camino de la sabiduría es un camino que empieza por descubrir que los senderos se transitan mejor ligeros de equipaje, como los hijos de la mar.

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  2. Sorprende y no este texto tan tuyo. Sorprende por su lirismo en un autor que se resiste a envenenarse de poesía; y no sorprende porque en el fondo cuando el autor (tú) se sincera y le habla a la vida lo hace con rabia, desafiándola, casi amenazándola, sin pretensión de rendirse., aunque el precio sea comer piedras y masticarlas hasta convertirlas en polvo, con su saliva en fango. Enhorabuena poeta.

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  3. Amando, ¿pero el camino de la sabiduría existe? Dame el mapa, por favor.

    Flamenco, es un placer verte por aquí. Saludos.

    Gracias Marcos por tu insistencia en envenenarme. Para eso están los amigos. Que bien suena eso de "lirismo"

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  4. Es un camino difícil pero es tuyo.
    Es un texto "lírico" y tuyo también.

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  5. Yo también elijo ese camino, con pretensiones de que deje huellas en mi mente y surcos en mi piel. Que cuando al final de mis días curioso me mire a los ojos, me diga: Tú viviste en mi. Enhorabuena prosi-poeta!!

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  6. ¿Y qué es la vida, sino ese camino, mejor dicho, la búsqueda mientras lo recorremos?

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  7. La última frase es para enmarcarla: Solo envidio tu dieta, la mía es de piedras que salpimiento para poder masticarlas.

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  8. El camino de los libres. O lo tomas, con todas sus consecuencias, o o dejas, y te amoldas al camino de otros.
    Coincido con Inma: esa última frase es todo un hallazgo.
    Un abrazo grande

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