A mediados de enero Cauce del Nalón, una asociación del concejo en que trabajo, organizó una charla sobre Literatura y territorio, a la que no pude asistir por coincidir con un viaje que tenía programado. Uno de los participantes era Nacho Guirado, autor de La lista de los catorce y cuyo libro me apetece compartir con vosotros.
Si tuviera que definir la novela en muy pocas palabras, me resultaría facil: obra, no de paisaje sino de paisanaje. Frente a otros títulos (La Regenta, Cuentos de Euritmia) o autores (Dickens, Paul Auster), aquí el peso del territorio es mucho menor, casi inexistente; unicamente es un marco geográfico inevitable para que transcurra la acción.
Se me ocurre que una explicación plausible es que en realidad se trata, no de una novela histórica o sobre la guerra civil, sino de una historia de amor- el de Ignacio y Luisa, los abuelos del autor.
Recién terminada la novela, sin reposar apenas, las ideas y sensaciones aún no están definidas y tengo que rebuscarlas en mi interior. ¿Historia de amor? Sí, sin dudar; el libro nos cuenta como se conocieron sus abuelos; el por qué Ignacio Blas Notario, campesino de Guadalajara, terminó en Tuilla cumpliendo condena como minero en el Pozo Mosquitera; y como allí conoció a Luisa, de quien se enamoró y por la que, una vez libre, decidirá quedarse en esta tierra.
Se me ocurre que una explicación plausible es que en realidad se trata, no de una novela histórica o sobre la guerra civil, sino de una historia de amor- el de Ignacio y Luisa, los abuelos del autor.
Recién terminada la novela, sin reposar apenas, las ideas y sensaciones aún no están definidas y tengo que rebuscarlas en mi interior. ¿Historia de amor? Sí, sin dudar; el libro nos cuenta como se conocieron sus abuelos; el por qué Ignacio Blas Notario, campesino de Guadalajara, terminó en Tuilla cumpliendo condena como minero en el Pozo Mosquitera; y como allí conoció a Luisa, de quien se enamoró y por la que, una vez libre, decidirá quedarse en esta tierra.
Uno de los motivos por los que me gustó el libro es porque trata un tema muy poco conocido
y estudiado, por el que siento mucho interés: las colonias penitenciarias. Al terminar la guerra, muchos presos fueron traídos a Asturias para cumplir condena trabajando como mineros en las diferentes explotaciones.
y estudiado, por el que siento mucho interés: las colonias penitenciarias. Al terminar la guerra, muchos presos fueron traídos a Asturias para cumplir condena trabajando como mineros en las diferentes explotaciones.
Ignacio, por la mano de su nieto, nos cuenta el choque que supone para alguien como él, acostumbrado al aire libre y la libertad del campo, habituarse a la oscuridad y el peligro del trabajo en la mina. Descubre también como ante los accidentes, las diferencias políticas, religiosas o de otro tipo desaparecen y todos se convierten en uno:
Es la mina. La puta mina. Cuando despierta para recordarnos quién es la más fuerte, a nosotros no nos queda más remedio que hermanarnos. Solidaridad de mineros.
Quizás porque lo que Nacho Guirado pretende es contar la historia de su abuelo y rendirle un homenaje, aunque la revolución del 34, la guerra civil y la posterior represión están presentes, lo hacen sin estar lastrados por el maniqueismo en que a veces se incurre (esos buenos buenísimos y malos, malísimos) y nos ofrece unos personajes con matices y por ello, muy creíbles.
Otra cosa que define la novela y la diferencia de otras obras guerracivilistas, es que habla de la aceptación de la derrota y de la decisión de seguir viviendo (Faustino, el propio Ignacio), con todo lo que ello conlleva.
Habla de las penalidades tanto de los que trabajaban en la mina y vivian en la colonia como quienes quedaron marcados como “rojos”. De cómo los hubo que se aprovecharon para sacar beneficio económico de la situación o vengar antiguos rencores justificándose con la política (Faustino le cuenta a Ignacio que Isidro se la tiene jurada por culpa de una mujer)
Otra cosa que define la novela y la diferencia de otras obras guerracivilistas, es que habla de la aceptación de la derrota y de la decisión de seguir viviendo (Faustino, el propio Ignacio), con todo lo que ello conlleva.
Habla de las penalidades tanto de los que trabajaban en la mina y vivian en la colonia como quienes quedaron marcados como “rojos”. De cómo los hubo que se aprovecharon para sacar beneficio económico de la situación o vengar antiguos rencores justificándose con la política (Faustino le cuenta a Ignacio que Isidro se la tiene jurada por culpa de una mujer)
Cabe la amistad entre personas de distinta ideología –Santiago, el ingeniero del pozo Mosquitera-y Onésimo, el médico; Adolfo, el vigilante y Faustino, el hermano de Luisa- algo que a Ignacio al principio le costará admitir. Nos habla de cómo a veces son las circunstancias las que te llevan a obrar de determinada manera (el soldado que vigila a Ignacio y que le mataría, más por miedo cerval al capitán y a Isidro que por rencor hacia él) De cómo hubo muchos, su propio abuelo entre ellos, que se lanzaron a la lucha con alegría, casi como un juego para descubrir luego la realidad de lo que es una guerra.
Termino con una cita de algo que dice Ignacio casi al final, y que me gustó mucho:
(…) hice lo que hice porque así eran las cosas. Alguien por encima de nosotros decidió que había que dividir el país en dos, y tú y yo nos encontramos peleando en bandos opuestos. Sufriste, pero recuerda siempre que tú perteneces a los que empezaron la guerra y la ganaron. Tu sufrimiento jamás se podrá equiparar al nuestro.
Desde lugo la frase del final te deja pensativo, es cierto que todos sufrieron, pero cómo imaginar el dolor de quieen sin quererlo se vieron obligados y encima terminaron siendo los perdedores, los vencidos en algo que no hubieran iniciado nunca.
ResponderEliminarLas guerras siempre son crueles, pero entre hermannos son, creo, mucho más dolorosas, las heridas que quedan tardan demasiado tiempo en cerrarse.
Saludos y mi admiración para el autor.
Una reseña fantástica. Tienes razón, el de las colonias de presos, es un tema que no se ha tratado apenas. El libro me atrae, seguro que es interesante. En cuanto al sufrimiento, qué difícil afirmar quién sufrió más. Desde el momento en que se dividió España en dos bandos...
ResponderEliminarEn fin, para pensarlo.
Gracias por tus crónicas y un beso, Lammermour.
Espléndida reseña, Lucia.
ResponderEliminarEl libro promete ser más que otro libro sobre la Guerra Civil.
Muchas gracias por leer por nosotros y mostrarnos joyas
Yashira a mí me impresionó porque alguien me había dicho algo parecido. Qué aunque en ambos bandos se habían cometido barbaridades, los republicanos habían pagado durante más tiempo por ellas.
ResponderEliminarIsolda sufrimiento hubo por ambas partes; sobre todo por la de quienes se vieron inmersos en algo que ni les iba ni les venía.
El de las colonias penitenciarias es un tema sobre el que me encantaría investigar.
Ana J me pareció muy real y es que está basado en la historia del abuelo del autor.
Ya sabes que cuando un libro me gusta no puedo evitar compartirlo :)
Magnífica reseña -lo cual no es novedoso- querida L. Gracias por citar mi libro -y además enlazar su reseña-.
ResponderEliminarPero lo importante en esta reseña es el valiente asunto del libro. Tengo por ahí escrito un mamotreto de muchos cientos de páginas en que me asomo de perfil a esta cuestión, mejor dicho, a una faceta de esta cuestión, la de aquellos que siempre pertenecieron al bando de los vencedores, porque nunca pudieron o quisieron cambiar su ubicación, porque allí les pilló el golpe y allí se quedaron; en fin la de aquellos que fueron identificados con un determinado modo de pensar, pero que en realidad nunca lo tuvieron claro.
Una especie de mayoría silenciosa, quizá muy templada en cuestiones ideológicas que si no hubiera estallado la guerra, seguirían siendo republicanos, sin por ello sufrir el más mínimo remordimiento.
Quizá la misma mayoría que hoy existe, la inmensa mayoría de ciudadanos que 'simplemente' pretende vivir, del mismo modo que deja vivir.
Lo malo es cuando sucede algo tan terrible como lo que sucedió, porque al final uno tiene que estar de acuerdo con lo que dice el protagonista y que tu subrayas al final...
Por cierto, también me apunto el libro...
Ufff¡¡ Un libro de bandos sobre la guerra civil. Estimada Lucía, en este caso me vas a permitir mis reservas. Ésta lista de catorce, estará en mi lista de libros pendientes, pero en la cola. Me satura un poco.
ResponderEliminarHa dado mucho ese periodo y si te soy FranCo, nunca he sabido quién ganó, quienes eran los buenos, los malos, ni por qué luchaban... Y así soy feliz.
Amando tu libro es un ejemplo de Literatura y territorio.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que dices, si que en todos los conflictos estoy de acuerdo contigo en que existe una gran mayoría "templada" o que no se define a la que lo único que le importa es vivir.
FranCo también estoy fartuca de novelas sobre la guerra civil así que comprendo que no te apetezca añadirla a tu lista. De todas formas, no es una novedad editorial, se publicó en 2009.
En defensa del libro diré que lo que retrata, a mi entender, es la situación de los vencidos en "cualquier guerra" o situación.
¿Realmente hubo buenos y malos? ¿O somos buenos y malos según los momentos o las circunstancias o quien nos juzgue?
Gracias lammermoor, es un privilegio leer los comentarios que nos haces de los libros. Uno se hace, a veces, una idea equivocada de lo que puedan ofrecer. Es una referencia fantástica que invita a leerlo cuando caiga en mis manos. Saludos
ResponderEliminarGracias a tí, Dacil me encanta compartir con vosotros mis impresiones sobre los libros que leo.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta reseña, estaba buscando referencias sobre la novela, ya que, al no encontrarse ya en librerías, mi hermano Nacho Guirado, autor del libro, y yo la estamos recuperando a través de la edición electrónica en Amazon y quería opiniones reales para poder recomendarla con objetividad.
ResponderEliminarEs una alegría encontrar análisis del libro tan detallados.
Muchas gracias.
Por si sirve de interés, el libro se pone de nuevo a la venta en Amazon ya mismo, primero en electrónico y en unos pocos días en formato impreso bajo demanda.
Un saludo y enhorabuena por tu trabajo.