Una lágrima, que recorre el fino rostro de porcelana de la geisha, vuela libre durante unos instantes antes de estrellarse en el suelo de bambú. Los ojos, tristes, que la han derramado buscan consuelo en la mirada, generosa, del hombre que tiene justo en frente. Y lo encuentran. El tiempo, su cómplice esta noche, parece detenerse sorprendido.
Una noche más ha conseguido mantener su cuerpo intacto; se pregunta entonces a cuántos hombres más conseguirán derrotar esas lágrimas sinceras, amargas y negras, que desborda el alma de varón que vive presa en su cuerpo.
Texto: Paloma Hidalgo Díez
Narración: La Voz Silenciosa
Narración: La Voz Silenciosa
Delicada versión, más oriental aún, de las 1001 noches.
ResponderEliminarExcelente micro, Paloma. Es un símil a Las Mil y una noches, alargar mediante cuentos o lágrimas la muerte física o síquica. En este caso, además, entiendo el drama de verse atrapada en un cuerpo equivocado.
ResponderEliminarEs un bello texto, y dulces letras
ResponderEliminarEl secreto de la Geisha.
Un abrazo y encantada de leerte
Me encanta este relato Paloma.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Corto, delicado y sensible como una lágrima.
ResponderEliminarBesos, Paloma.
Paloma, un texto profundo con doble dolor. Precioso.
ResponderEliminarFelicidades Paloma, has hecho un micro muy delicado, es lírico desde el principio hasta el final.
ResponderEliminarLa sutiliza de las palabras usadas deja un poso de sensibilidad increíble.
Besicos
Un precioso texto, tan delicado como la historia que refleja.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Muchas gracias por vuestros comentarios, como siempre es un placer encontrarlos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este micro deja al lector malherido, Paloma. Es duro, muy duro y eso lo hace formidable.
ResponderEliminarUn abrazo y enhorabuena a La Esfera por traer hasta aquí a esta microrrelatista excepcional.