10 abril, 2013

El sueño

Sudor y lágrimas. El Dios mortal de las almas pasajeras se encontró en Ítaca con la pequeña princesa. Él, príncipe valiente de corazón, despertó junto a un olivo. En la orilla, una barca. Con dos remos. En el cielo, ni una sola nube. En su corazón, latidos imparables.
Despertó sudando y con las sábanas mojadas. La princesa nunca más volvió por Ítaca. El Dios aún hoy busca su diosa. El príncipe se viste de azul cada mañana para ir a trabajar.



Texto: Gustavo García Pradillo
Narración: La Voz Silenciosa

4 comentarios:

  1. Precioso, sin más palabras.
    Marta Pantiga

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  2. Toda una historia a golpe de imágenes poéticas e impactantes.

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  3. A veces los sueños se hacen realidad. Por si acaso está bien empeñarse cada día, prepararse para que se cumplan. Nunca se sabe.

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  4. Que micro más curioso,lo he leído varias veces para poder cogerle bien el sentido, y en todas al final me ha despertado una sonrisa.

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