05 mayo, 2013

¿Qué artes se están salvando de la piratería?

artista, reivindicación, exigencia, cartel
Soy artista, respeta mi trabajo
El Editorial del domingo.

Internet ha revolucionado nuestra vida. Nos ha permitido crecer en casi todos los aspectos, especialmente en el del conocimiento, siendo el responsable de que podamos disfrutar de las creaciones de millones de artistas, cuyas obras se hubieran quedado en el camino por no tener espacio para mostrar su trabajo, ni forma de llegar al público, es decir, hasta nosotros.

Pero todo no son ventajas.

La mayoría de los creadores se queja de que su trabajo no es reconocido. Y de que su dedicación, arte y esfuerzo tienen un precio. Pero en internet todo es gratis, apenas nadie paga por nada. Hablemos claro: “Nos molesta tener que pagar por los contenidos”

Un ejemplo claro lo tenemos aquí, en La Esfera Cultural: ¿Alguien paga por los contenidos que aquí se generan, por el conocimiento que compartimos, por los textos que se publican, por las convocatorias literarias y concursos que se organizan, por disfrutar de las fotos o ilustraciones que nos realizan los colaboradores en exclusiva, por las narraciones en audio de los textos, por los consejos, sugerencias, análisis literario y lectura de los cientos de textos que nos llegan...? En definitiva, por las horas y horas de dedicación empleadas en este proyecto. En una siguiente entrada publicaré alguna de las respuestas (sugerencias, teoría, consejos...) que le damos a alguno de los textos que nos llegan y que no son publicados por defectos. Esas valoraciones profesionales en otros lugares se pagan.

Desde que nos conquistó la vida digital es complicado


Qué un fotógrafo venda una foto.

En la época de la fotografía analógica un fotógrafo realizaba una foto y controlaba el
número de reproducciones que hacía y vendía. Actualmente nadie compra fotos, existen miles de bancos de imágenes gratis de las que tiran los medios impresos y digitales (Fotolia, 123RF, etc). En Google Imágenes encontrarás millones y nadie paga por su utilización. 

Qué un compositor ó un cantante venda un CD.
Cualquier tema lo puedes escuchar de forma gratuita en plataformas como Spotify y Deezer. Repito, cualquiera tema. Y con un smartphone lo escuchas hasta en el coche. ¿Para qué vas a comprar música, si encima te ocupa espacio?

Qué un escritor venda su libro.
Si puedes bajar cualquier libro sin pagar en plataformas como EpubGratis, que se amparan el código libre y que ponen como excusa que los libros se pueden compartir y prestar. ¿Quién pagará por un libro? Están ahí, diciendo: ¡Bájame!

Qué un escritor venda sus artículos y contenidos.
Hasta hace poco las firmas reconocidas cotizaban en los medios. Ahora todas las cabeceras, incluida ésta, buscan colaboradores de creación de contenidos, pero ninguna paga. ¿Cómo van a pagar a los colaboradores si no cobran por los contenido? 

Qué una productora o un cineasta venda su película.
La industria del cine fue de las primeras perjudicadas. Primero fue el top-manta, ¿recuerdan? y posteriormente la bajada de estrenos en internet. Cuando no existía la vida digital, llenábamos las salas de los cines. ¿Cuántos cines quedan en tu ciudad?. Pero vamos un poco más allá, ¿qué productora se me arriesga a pagar por un guión, por contratar a los mejores actores, guionistas, compositores de bandas sonoras... Muchos de estos artistas están optando por trabajar gratis en producciones financiadas por el distema de crowdfunding. Conozco a varios de renombre que ya lo hacen, para seguir sintiéndose artistas.

Qué un ilustrador trabaje y coloque sus ilustraciones.
Si cualquier artículo, reportaje, texto, presentación lo puedes ilustrar impunemente con los cientos de millones de imágenes (fotos, ilustraciones, cuadros...) que puedes bajar de internet ¿para qué vamos a pagar. 

Creadores de Videojuegos que vivan de su trabajo.
Siempre he considerado los videojuegos un arte mayor. Aúnan una historia (guión), creación y edificación de personajes potentes, banda sonora, dibujantes... Cuesta en ocasiones más trabajo que la grabación de una producción cinematográfica y son los videojuegos los que más sufren la piratería y el craqueo de sus códigos.

Los dibujantes de cómic tampoco se salvan.
Hasta el cómic que era territorio virgen hasta hace poco de la piratería y estaba vinculado al papel, con el nuevo mundo digital hace que empiece a sufrir ya sus consecuencias. Un género que al pasar a digital ahora se visualiza en tabletas y dispositivos similares. Un caso sería NARR8.

¿Qué arte se están salvando de la piratería? ¿Queda alguno? 

Se salvan de momento los pintores (aunque también existe un pequeño mercado de reproducciones digitales paralelo) y también los escultores, aunque las nuevas impresoras en 3D serán otro lastre que ya vislumbro como una herramienta capaz de reproducir copias de pequeñas esculturas, etc. Y parece que sigue a salvo el llamado arte efímero, que incluye manifestaciones artísticas como los tatuajes y los graffitis, que no todos consideran arte. La arquitectura parece ser que es el único arte sobre el que los piratas no han puesto su garfio.

A la creación no se le da valor y pronto nadie podrá ponerse la etiqueta de artista. Será simplemente una actividad paralela a su oscuro trabajo. 

Pensaba hacer una editorial pequeña, pero el tema es complejo y da para mucho. Necesito nuevas luces: ¿Tú qué opinas? ¿El mundo digital ha matado el arte? ¿Lo ha banalizado? ¿Desaparecerán los artistas de verdad? ¿Tienes alguna solución?


Hasta el próximo domingo.
Artículo: FranCo 

10 comentarios:

  1. Te has olvidado del teatro y de todo lo que llamamos aquí el espactáculo "vivo", en directo. Nada supera el contacto entre el actor y el espectator, cambia cada vez, sea en un escenario, en un circo, en la calle.
    Estoy bastante en acuerdo con tu editorial, Francisco, a pesar de esta omisión.

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  2. Tu observación contiene una gran porción de casos reales.
    Sin embargo fuera de la red debe haber canales de producción que combinen tanto la edición como la venta de libros, sobre todo la novela, resultaría casi llegar a la ceguera leer una en la red.
    En cine para t.v. existe un consumo insaciable.
    Y en el arte. tarde o temprano, destaca quien te entrega calidad de oro.
    Y en las redes es cierto que nos están vampireando los dueños de empresas que no reparten un centavo a los autores.
    Pero ésto es deshonesto aunque sea "legal".

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  3. Como cada domingo, Francisco, traes un tema actual, candente, vivo. Internet está acabando con muchas cosas, incluso con el periodismo. Ya cualquiera con un smartphone y un perfil de facebook hace de cronista de cualquier acontecimiento, incluso en tiempo real. Internet ha llegado para quedarse. Lo que tienen que cambiar son los artistas, porque el consumidor ya no es el mismo. ¿Hacia dónde? Aún es pronto para saberlo, pero el músico, por ejemplo, ya no puede diseñar sus trabajos y quedarse a esperar a hacer caja con la venta de sus libros, se tendrá que ganar la vida en los escenarios. Hace poco me contaron un caso de un músico que ha hecho un disco, es decir, ha elaborado los temas y NO LO VA A SACAR A LA VENTA, ni siquiera lo vas a poder escuchar en Spotify. Si quieres oírlo, tendrás que ir al teatro o a las reuniones de pequeño formato en bares o clubes. ¿Irán por ahí los tiros?

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  4. Hoy por hoy, es imparable.
    Algunos románticos resistimos, comprando CD, libros de papel en pequeñas librerías, pagando por las pelis... pero lo cierto es que habrá que adaptarse.

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  5. catherine, el teatro por su formato está a salvo de la piratería. Buen apunte. Pero en España existen unos segundos piratas que le aplican el 21% de impuestos.

    Carlos, siempre es importante ver la botella medio llena. Tu punto de vista positivo es necesario.
    Gracias por participar.

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  6. Miguel Ángel, no creo que la opción que propone ese músico le de resultado. Particularmente voy a un concierto o compro un Cd cuando he escuchado los temas. La música casi nunca gusta cuando se escucha por primera vez. Termina gustándote habitualmente cuando la oyes repetidamente. Ese ha sido el valor de las radios para los artistas. Creo que no le funcionará.

    Ana J., me consta que eres de las personas que gastas en cultura y además bastante. Incluso sin gustarte un libro o un disco lo compras por ayudar al artista.

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  7. La clave, bajo mi humilde criterio, la das en el primer párrafo, yo lo formularía con una pregunta:

    ¿Qué compensa más al creador difundir su obra y que se conozca o esperar a que llegue el promotor que ponga en circulación tu obra y empieces a ganar pasta con ella?

    De todos modos, y lo digo desde el desconocimiento, existe ahora mismo y con mucho auge el movimiento copyleft (por contraposción al copyright) cuyos defensores elogian sin reservas.

    En todo caso, lo que queda claro es que quien pretenda vivir de una actividad artística o sacar algún rédito económico a ella, lo tiene tan difícil como siempre a lo largo de la historia de la humanidad.
    Sí, es verdad que en época de Cervantes no había fotocopiadoras, ni existía Internet, pero ¿cuánto sacó por la venta de los derechos del Quijote al Librero-impresor? Y cito a Cervantes porque fue un 'best-seller' en su momento, y porque en poco tiempo le salió un imitador, algo así como una secuela plagiada, que él mismo abortó con escribiendo la II parte del Quijote, menos conocida, pero de una calidad mayor si cabe que la primera.
    O, ¿A cambio de qué pintó Miguel Ángel la Capilla Sixtina? Tuvo resuelta la vida, sí; pero a cambio de tener que servir al papa Julio II.
    Y así podríamos seguir.

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  8. Amando, no se trata de esperar a que llegue el promotor y que ponga en circulación tu obra y empieces a ganar pasta con ella.

    Trato de hacer hincapié en la dinámica que ha tomado todo creación/trabajo que se convierte en digital, con ello pierde su valor. La gente piensa que todo lo que está en internet debe ser gratis. Que los creadores y artistas no comen y que tras su trabajo no hay esfuerzo y dedicación. Tú, debes saberlo cómo escritor.

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  9. Creo, Francisco que llevas mucha razón. Es cuestión de valorar la cultura y eso se aprende desde la cuna. Jamás me he bajado un libro o una película sin pagar. No es justo para los artistas. Queda poco para disfrutar si no es a través de internet. El teatro, como dice Catherine, afortunadamente y la pintura. Hay que invertir en ellos y en todo lo que suponga una autoría. ¿Que cada vez lo ponen más difícil? Sí, pero algunas cosas permanecerán.
    Otra cosa es la generosidad de algunos subiendo a YouTube conciertos memorables que agradecemos todos. Es inevitable e imparable.
    Me gustan los editoriales. Bss.

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