La gaveta de mi escritorio: un lugar para encontrar.

Cuando Inma Vinuesa decidió hacer su casa en la red, no lo hizo como marcan los cánones de la construcción, empezando por cimientos y luego levantando vigas de hormigón, y haciendo paredes y poniendo techos. Prefirió hacerse un espacio diáfano, sin puertas ni ventanas, para que entrara el aire y salieran los aromas. Eso sí, lo que siempre tuvo claro es que en su casa habría un escritorio y en este una gaveta, ese cajón donde se guardan las cosas que siempre hay que tener a mano sus reflexiones, sus poemas, cuentos y esas pinturas que tanto nos hablan.

Inma Vinuesa
Autora del blog
La gaveta de mi escritorio

Ella, cada poco, abre esa gaveta y nos enseña algo. A veces nos hace reír, a veces soltar una lágrima. A menudo aplaudo y a veces callo porque me quedo mudo, porque ha dado en la diana y no sé qué decir: sus palabras rebotan en mi cabeza llenándome de ecos. 

Un domingo, el 22 de septiembre del año pasado, en su primera entrada, nos decía que su gaveta no era suya sino nuestra, una gaveta que se abría para vaciarse en nosotros y llenarse de amigos. Yo llevo ya unos cuantos meses llevándome cosas: una imagen, un libro, una caricia, una canción, un beso, un susurro.

No podría elegir uno por encima de otro. Son todos especiales. Me quedo con "un sueño", un deseo que todos albergamos. ¿Cuál es el tuyo? Abre la gaveta, lee, sueña.

Hasta el próximo viernes.

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Crítica: Miguel A. Brito