24 junio, 2010

Nací repugnante



Nací asquerosa. Repugnante… no elegí nacer así. Podía haber venido a este mundo como un lindo pajarito, pero vine de no se donde como una repugnante cucaracha. No merezco vivir, me tengo que ocultar y vivir en las catacumbas, en la oscuridad de la existencia. A otros los cuidan, los protegen y en cuanto a mi me ven, gritan, se exaltan, me persiguen e intentan escacharme… pero no me matan, me dejan moribunda, pues son tan míseros y cobardes que incluso al asesinarme les produzco asco. Al escacharme sufren, pero no de dolor. Sufren de asquerosidad. La repugnancia es sublime cuando me ponen un pie encima y mi vida cruje, derramando mi existencia en forma de bilis amarilla. Tengan piedad, quínteme la vida entera. No imaginan horas y días de agonía sobre mis propios flujos. Inmóvil, esperando partir definitivamente. Tanta mala suerte tengo, que me concedieron resistir a la muerte en la más absoluta agonía. Que culpa tengo yo. No elegí nacer. No elegí ser asquerosa. Espero no dejar descendencia. O mejor si y conquistar el mundo. Como mi vida no se apague ya, seguiré desvariando.

Texto: Francisco Concepción (FranCo)


9 comentarios:

  1. Colosal, cuando vea una cucaracha me pensaré mucho más que hacer con ella.
    Me ha dado repugnancia pensar en esa muerte en su propio flujo.
    Me gusta como escribes, déjate caer mucho más, que nos haces un gran favor.

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  2. Es un hecho incontestable: hoy toca comprar un buen insecticida: entre hormigas y cucarachas... Y encima éstas piden compasión.

    Desde que leí "La metamorfosis" de Kafka, nunca mato a una cucaracha... por si acaso.

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  3. Espeluznante libro "la metamorfosis", son de los pocos libros que me hacen estremecer cuando recuerdo su contenido.

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  4. Yo me aseguro que queden bien muertas.

    A ver quién se atreve a escribir algo sobre las simpáticas ratitas.

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  5. Buen microrrelato FranCo, ¡cómo proliferan los insectos en las Esfera! Has planteado muy bien el tema resultando muy sugerente, tanto que al final realmente no me imaginaba una cucaracha sino un mendigo, de esas cucarachas que quemamos y dejamos medio muertas en los cajeros automáticos y luego nos dan asco ayudarlas, así tan sucias y malolientes, con esas llagas infectadas y bolsas de las quemaduras.

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  6. Muy original el punto de vista de este micro. Me gustó.
    Un fuerte abrazo,
    PABLO GONZ

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  7. Muy bueno. Sobre todo eso de que sufrimos de asquerosidad al escacharlas. Qué gran verdad: somos cobardes hasta para matarlas.
    Como Marcos, también pensé en que se trataba de una metáfora sobre un marginado.
    De una forma u otra, es un relato que engancha

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  8. Que etiquetas solemos poner a todo, incluso a las pobres cucarachas, las culebras, las arañas. De todos los animales de la tierra el más destructivo es el hombre, pero este se "enfunda" en el vestido de la prepotencia y disimula su afán destructivo en la pistola de ZZ.
    Un saludiño,
    Rosa María

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  9. Y pensar, pensar, que seres gigantes huyen despavoridos al verlas, chillan desgarrando sus gargantas, y ni se atreven a mirarlas a los ojos, menos aún sonreír a sus crías. Buenísimo Francisco, me gusta.

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