17 marzo, 2012

Manos vacías


—¡Por nosotros, mi amor!
Apenas puede controlar el temblor de la mano con que sujeta la cámara que enfoca hacia su cara. Avanza la otra, la que sostiene la copa de cava. Con la mirada fija en el objetivo, esboza las palabras en silencio, brinda por los dos. Las lágrimas, a punto de rebosar, consiguen que sus ojos sean más profundos que nunca, las pestañas humedecidas, más espesas que nunca.
Bebe un sorbo, corto, difícil de tragar. Intenta vocalizar un te quiero que se estrangula en la garganta. Baja la cámara, la apaga, no quiere que él lo vea llorar más.
Las lágrimas rebasan el borde de las gafas de sol que se ha puesto, apresurado, para que nadie se de cuenta. Se desbordan. Otra vez. Nada puede contenerlas. Abre el libro, extrae la foto, acaricia su cara. Otra vez.
Recorre con los dedos el contorno de sus labios. Aún caliente en su recuerdo, siente la presión de los de él, el sabor de su lengua, que se mezcla con la sal del llanto. En sus manos, ahora vacías, permanece el tacto de su piel firme, el peso de su sexo, el temblor de la excitación.
Hace más de una hora que el avión despegó, dos desde que le dijera adiós a través de las cristaleras del control de pasajeros, tres desde que dejaran la habitación que fue su paraíso por unos días, una eternidad desde que sus cuerpos fueron uno por última vez.
Se seca la cara, mira por la ventanilla, y maldice el océano que los separará.
Texto: Ana Joyanes Romo
Narración: La Voz Silenciosa

17 comentarios:

  1. Estupendas manos vacías, lágrimas rotas, la angustia del vacío que simboliza el mar infinito, ¿quién no ha sentido esta angustia alguna vez?
    Besos

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  2. Muchas gracias, Ángeles.
    Es cierto, todos hemos sentido a veces esa angustia.
    Más besos

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  3. un texto estupendo y una ilustración que le añade vacío y distancia.
    enhorabuena, Ana y un abrazo grande.

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  4. Esos momentos en los que tragas nudos. ¿quién habrá acuñado esa frase tan certera? Si nadie la reclama, me la atribuyo yo. Es la que mejor le va a este texto.

    Querida Ana, tanto tiempo que no leíamos uno de tus textos. Te vamos a multar por ausencia.

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  5. Querida Ana, esta es otra de tus joyitas. El vacío y la distancia, es una sensación tan desgarradora! ¡Cómo lo expresas! Es imposible que alguien no empatice con esas sensaciones tan bin desritas.
    Un beso admirado.

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  6. Esa fuerza que tiene este texto sólo la podías haber escrito tu, mi querida Ana.

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  7. Me alegro de haber sido capaz de expresar la congoja, el vacío que impone la distancia.
    No seas muy severo en la multa, FranCo, que ya sabes que en estos momentos el mío es un trabajo en calderas y me queda poco tiempo para asomarme a cubierta. Pero tendré en cuenta la llamada de atención.
    Muchas gracias, Catherine, Isolda, FranCo e Inma. Es un placer escribir para vosotros.

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  8. Muy profundo tu texto Ana, a mi que me pilla un poquito baja ánimo, te puedo asegurar que me ha dejado blandita, blandita...
    Qué bien has expresado esos sentimientos que te ahogan el alma y te llenan de impotencia.

    Un saludo admirado,

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  9. Te echaba de menos, Ana. Muchas imágenes, y sabores ("...el sabor de la lengua, que se mezcla con la sal del llanto."), y anhelos y abandono... Todo en tan poco espacio. Enhorabuena y no te ausentes tanto, que te echamos de menos.

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  10. Me ha gustado mucho, la verdad es que se logra sentir la congojo que momentos así, saludos.

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  11. Me alegra haber contactado con vuestros sentimientos aunque espero, Yashira, que no te haya removido demasiado.
    Miguel, intentaré ser un poco más regular.
    Nuria, supongo que todos hemos experimentado esa congoja, de una forma u otra.
    Muchas gracias por leerme y por vuestros comentarios, Yashira, Miguel Ángel y Nuria.

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  12. Hermoso texto, a pesar de la tristeza, a pesar de la melancolía, a pesar de la desesperación.
    Tal y como lo cuentas dan ganas de que el piloto se ponga en huelga indefinida, y de que esos cuerpos sigan siendo uno tantas veces como quieran.
    Me encanta (y ahora no te me enfades) el lirismo amargo que destilan las frases, y ese ritmo que has imprimido al texto.

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  13. Hoy he descubierto una joya de blog... Me felicito...!!! Un placer que quiero seguir disfrutando... Muy bello en su forma y contenido.
    Un saludo.

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  14. Bienvenido José Román. Esperamos verte "girar" a menudo por esta Esfera.

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  15. Querido Amando, ¡cómo me voy a enfadar contigo!
    Todo lo contrario: que esta apreciación venga de ti significa mucho.
    Muchas gracias, Amando.

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  16. El llanto, el dolor por amor, el océano infinito que separa a los amantes. Delicadeza, melancolía... Es un texto exquisito que hace poner un nudo en la garganta.

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  17. Muchas gracias, Dácil, por tu generosa apreciación.
    José Francisco, me emociona escucharlo en tu Voz.
    Un abrazo enorme a los dos

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